Por Lorenzo Pérez Córdova
Con la introducción tanto del skateboard y la escalada como la del surf se espera la popularización de disciplinas deportivas practicadas fuera de los recintos tradicionales. El Comité Olímpico Internacional (COI) tiene como objetivo rejuvenecer las audiencias, por esto, los espectadores podrán incluso ver al break dance como deporte olímpico para los Juegos de Francia 2024.
La primera edición de los Juegos Olímpicos se disputó en Atenas, 1896, la cual contó con la participación de 241 atletas varones que debían disputarse el podio en las 43 pruebas disponibles. Hoy la situación es distinta. Los Juegos Olímpicos Tokio 2020 pretenden ser los más verdes de la historia: las medallas están hechas a base de metales reciclados; además, los más inclusivos. Tal como lo mencionó en un comunicado el presidente del COI, Thomas Bach, su organismo a cargo está comprometido con la “igualdad de género” en todos los ámbitos. Pero estos no son los únicos cambios que se darán en este certamen. Para la presente 125ª edición se incorporarán cuatro nuevas competencias: el karate, la escalada deportiva, el skateboarding y el surf.
La importancia del surf nunca ha estado en discusión. El sociólogo francés Christian Pociello en su libro Deporte y sociedad: enfoque sociocultural de las prácticas le había otorgado a este deporte el reconocimiento de ser el padre tanto del windsurf como del skateboarding, hoy deportes olímpicos. El interés por hacerlo una competencia olímpica no es reciente, sino que se remonta a inicios del siglo XX, cuando el mundo del deporte fue testigo de la aparición de uno de los mejores atletas de todos los tiempos: Duke Kahanamoku. El hawaiano, triple campeón olímpico de natación para Estados Unidos, expresó siempre su deseo de que el surf, deporte que él mismo popularizó, se convierta en una disciplina olímpica. Hoy ese deseo es realidad.
A diferencia de su importancia, el origen del surf aún no está del todo claro. En una entrevista para la British Broadcasting Corporation (BBC), nuestra leyenda viva del surf, Felipe Pomar, al ser preguntado por el origen del deporte acuático respondió que, en el norte de nuestro país, hace más de cuatro mil años, existen los caballitos de totora, que son un vehículo para correr olas. Ante este dicho debemos recordar la existencia de vestigios culturales de los mochica y chimú, quienes a través de su cerámica demostraron la importancia que tuvo el transporte marítimo para las culturas del Antiguo Perú. En fin, sea como sea, tanto en nuestro país como en Hawái, el surf es una práctica muy arraigada en su gente. Nuestros campeones Felipe Pomar y Sofía Mulanovich son el mejor ejemplo de la destreza peruana en el deporte acuático.
Además de Sofía, la peruana más ganadora de este deporte, nuestro surf estará representado también por Miguel Tudela, Lucca Mesinas y Daniella Rosas. Miguel Tudela, surfista de 26 años, hizo su debut en Men’s Qualifying Series de 2009, y tras superar las seis rondas en el Mundial Isa Surf de El Salvador 2021 logró su clasificación a estos juegos. Por su parte, Luca Mesinas debutó el 2013 en el Men’s Junior Tour Surf Competition Schedule, además, logró alzarse con la medalla de oro en los Juegos Panamericanos de 2019. Por último, Daniella Rosas, la participante más joven, haría lo propio en Women’s Junior Tour Surf Competition Schedule del 2014, y al igual que su compañero Mesinas, obtuvo el oro en los Panamericanos de Lima. Daniella es una de nuestras mejores promesas. La surfista de 19 años lleva en su ADN el deporte: fue campeona sudamericana de taekwondo a los doce años.
El surf peruano ya sabe lo que es ser reconocido en las grandes competiciones. Tanto Felipe Pomar como Sofía Mulanovich han ganado el campeonato mundial de surf en 1965 y en 2004 y 2019, respectivamente. En estos Juegos Olímpicos, existe un nuevo reto. Esperemos ver a más de un peruano subirse al podio.
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