Por Lorenzo Pérez Córdova
Los casos de dopaje en la historia del deporte han sido innumerables. La ausencia de Rusia en los Juegos Olímpicos Tokio 2020 es precisamente uno de ellos. Hoy repasaremos algunos episodios donde el dopaje infectó al deporte.
En 1999 se creó la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) o en inglés World Anti-Doping Agency, WADA, con el objetivo de promover, coordinar y monitorear la lucha antidopaje en los deportes. Aunque el término dopaje tiende a relacionarse al uso de sustancias estimulantes, también abarca otros actos. En el código mundial antidopaje se lo define como todo aquello que infrinja sus normas, que van desde la presencia de una sustancia prohibida hasta la posesión y tráfico de estas.
El deporte fue concebido como un medio formativo y educador, capaz de reunir en un mismo recinto a distintas culturas compitiendo pacíficamente. Sin embargo, la ambición por el oro ha hecho que el cuerpo del atleta sea un mero instrumento. Las prácticas de dopaje han sido un recurso muy utilizado por delegaciones inescrupulosas para asegurarse el triunfo, que no necesariamente estaba relacionado con un fin deportivo.
El uso de sustancias estimulantes para mejorar el rendimiento no son típicas del deporte moderno. Desde inicios del siglo XX este método ha sido muy utilizado. En los Juegos Olímpicos San Luis 1904, el atleta estadounidense Thomas Hicks ganó la maratón gracias al brandy mezclado con sulfato de estricnina que le proporcionó su entrenador; una dosis más y hubiera muerto.
La primera iniciativa de frenar el dopaje en atletas se originó en 1928, por la Federación Internacional de Atletismo, pero se tomaría más en serio en los años sesentas. Las muertes por sobredosis de anfetaminas de los ciclistas Knud Enemark Jensen y Tom Simpson en los Juegos Olímpicos de Roma 1960 y en el Tour de Francia de 1967, respectivamente, influyeron para que las medidas de antidopaje sean más estrictas. Debido a esto, los primeros controles se dieron en los Juegos Olímpicos de 1968, en las ediciones de Grenoble y México. Y es en la edición de México que se registra al primer descalificado por dopaje: el competidor sueco de pentatlón, Hans Gunnar Liljenwall.
DOPAJE DE ESTADO
Sin embargo, los casos más escandalosos por dopaje fueron los propiciados por el Estado. Una vez acabada la Segunda Guerra Mundial, Alemania se dividió en dos: Alemania Occidental y Alemania Oriental. Ambas con distintos sistemas políticos económicos: capitalista y socialista, respectivamente.
La Alemania Occidental organizó un sistema de dopaje que utilizó al deportista como instrumento de propaganda política. De acuerdo con un estudio realizado por la Universidad Humboldt de Berlín (HU), Alemania Occidental había financiado y promocionado la distribución de Testosterona, estrógenos, EPO y anabolizantes para implementarlos a sus deportistas. Es más, fundó el Instituto Federal de Deportes para fomentar e institucionalizar el dopaje. El mismo estudio acusa a Alemania Occidental de haber recurrido al dopaje de Estado para los Juegos Olímpicos de 1972, donde fueron anfitriones.
El caso de Alemania Oriental es otro donde se demuestra la vileza de los Estados autoritarios. Se estima que entre 1968 y 1989 más de 10.000 de sus deportistas fueron dopados. Dentro de ese lapso de tiempo se hicieron con un total de 519 medallas. Su objetivo fue demostrar la superioridad de la sociedad socialista frente a la capitalista, a través del deporte.
Aquel dopaje de Estado dejó secuelas irreversibles en sus atletas. El caso de Heidi Krieger, actualmente Andreas Krieger, es un claro ejemplo de los efectos nocivos de un sistema de dopaje utilizado como instrumento político. Los esteroides que recibía desde muy joven hicieron que adquiriera rasgos masculinos, que, con el tiempo, influyó en su cambió de sexo. Así como Andreas miles de atletas fueron dopados.
La situación actual de Rusia es otro caso de dopaje sistemático amparado por el Estado. En el 2019, la AMA había sancionado al deporte ruso con 4 años, que luego se redujo a 2 años, por haber manipulado datos de controles de dopaje. Se estima que desde diciembre de 2018 y enero de 2019 miles de muestras han sido alteradas y borradas por el laboratorio de Moscú con la finalidad de ocultar fraude.
Después del fracaso de Rusia en los Juegos Olímpicos de Vancouver 2010, el gobierno ruso había decidido respetar su localía en los Juegos de Sochi 2014. Para esto, se había orquestado todo un plan para encubrir muestras de dopaje en sus deportistas. Grigory Rodchenkov, quien había sido el director del laboratorio antidopaje de Rusia durante los Juegos de Sochi, mencionó que había desarrollado un cóctel de tres esteroides anabólicos para que los atletas rusos lo utilizaran durante los Juegos de Sochi. Mencionó que él mismo no había administrado estas sustancias, sino que se las proporcionó al ministerio de deportes ruso.
El deporte es aquella competición donde se pone a prueba las destrezas del deportista. Este evento puede ser fuente de alegría y motivo de celebración y orgullo. Sin embargo, cuando es instrumentalizado por esferas de poder ajenas puede resultar en una prueba donde se mide quien tiene menos escrúpulos.
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