Por Camila Bonetto
Todos los días nos despertamos y sabemos que nos enfrentamos, hasta de forma
inconsciente, a muchas decisiones que debemos tomar. Elegimos nuestra vestimenta,
nuestro desayuno, y hasta el orden en el que queremos desarrollar todos nuestros
pendientes, pero ¿qué pasa cuando queremos cambiar algo que es imposible? Muchos son
los que se frustran y se amargan la vida excusándose de los obstáculos que ésta les presenta,
pero pocos son los que se comprometen a transformar las piedras en un camino digno de
ser recorrido.
Si bien todos intentan salir ilesos de sus más grandes batallas, pocos son los que logran
convertirlas en victorias dignas de representar a un país. Angélica Espinoza es no solo un
ejemplo de superación personal, sino que también lo es en disciplina deportiva y en
representación nacional. Como para deportista en la disciplina de taekwondo, la
adolescente de tan solo 23 años obtuvo el jueves 2 de septiembre, la novena medalla
peruana en la historia de los Juegos Paralímpicos.
A pesar de haber obtenido medalla de oro en la competencia de Lima 2019, este año la Para
taekwondista no fue a Tokio con ganas de pasear, porque su intención siempre fue la de
demostrar todo el talento y el profesionalismo que se encontraba detrás de la tímida sonrisa
que supo darle alegría a todo un país. Habiendo ganado el premio a la mejor mujer Para
atleta de América por el Comité Paralímpico de las Américas (APC) hace dos años, Angélica
demuestra en sus entrenamientos y en cada una de sus competencias que sigue
superándose a ella misma sin dejar que nada se interponga en su crecimiento profesional y
en las metas que en éste se traza.
En una situación política y social como la que atravesamos actualmente en la que los
problemas no son más que moneda corriente en nuestro día a día, ejemplos y
representantes como Espinoza son las que necesitamos para aprender a gestionar nuestras
adversidades. En este sentido, la Para deportista con su ejemplo de esfuerzo y constancia
nos demuestra que todas las metas, por lejos que parezcan encontrarse, pueden ser
alcanzadas sin importar las dificultades que se presenten en el camino. Por este motivo, es
muy importante considerar factores claves como son la disciplina, la motivación y la
dedicación, puesto que estos hacen más sencillo y productivo el camino al éxito.
Sin duda alguna, Angélica Espinoza es el orgullo de todo un país que busca sacar de sus
complicaciones un éxito como el que ella ha conseguido, dando no solo un mensaje al país y
a los ciudadanos que en él habitan, sino también al mundo y a todas las mujeres que lo
conforman. Un mensaje que alza una bandera de igualdad y de valor para las deportistas
femeninas que muchas veces fueron subestimadas y que hoy más que nunca demuestran el
valor y el orgullo que llevan al poder representar al país.
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