Por Johana O’Phelan
En el fútbol americano – que es un deporte donde predomina la fuerza y estrategia -, o en sí en la NFL, es muy común que los jugadores se lesionen frecuentemente.
El juego en este deporte es siempre riesgoso porque sus participantes pueden sufrir fracturas o golpes con facilidad, especialmente por la adrenalina. Algunas de las fracturas más impactantes y aterradoras – pues muchas personas lo pudieron ver en vivo y quedan registros de estas situaciones – son los siguientes: fractura de tobillo, lesión en la columna, fractura en la pierna o rodilla y golpe en el cráneo. Las extremidades no tienden a tener tanta protección, por tanto, son las más descubiertas; en cambio, el cráneo, por más que sea un área con suma protección, es la que más golpes recibe y esto significa que a largo tiempo puede tener consecuencias físicas y mentales.
Existe el caso de Zach Miller (36), que dislocó la rodilla en un juego entre los Chicago Bears y los New Orleans Saints. La euforia del juego, que estaba a punto de acabar, terminó con Miller en el suelo mientras que tenía la rodilla fuera de lugar. Tras muchas cirugías, se pudo recuperar hasta que regresó al campo y se despidió de la NFL en el 2019.
Otro caso muy reciente fue el de Nick Gates (25). El último 16 de septiembre, el jugador del equipo de los New York Giants tuvo una lesión durante el primer cuarto del partido contra el equipo contrincante Washington Football Team. En la semana 2 de la NFL, Gates sufrió una lesión en la pierna izquierda. Pero, ¿Cómo pasó este accidente?; Pues un jugador del equipo contrario cayó encima de la pierna de Gates y lo que provocó una fractura.
Por suerte, el servicio médico del local llegó para atender a Gates. Hasta hoy, no existe reporte médico de la gravedad y las consecuencias de dicha lesión y se espera que no lo afecte en su carrera a futuro.
Al no existir ningún reporte de su accidente, se dan conclusiones como “su carrera está terminada” o “si vuelve ya no será lo mismo”, pero esto no lo sabemos. Aunque sí se puede dar a la especulación, que la lesión lo alejará un tiempo de los campos de juego.
Las lesiones en la NFL son muy peligrosas, sin embargo, sus jugadores ya saben previamente cuáles serían los efectos de ellas. Igualmente, se recomienda tener cuidado y contar con buen servicio médico para una respuesta rápida.
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