Por Francisco Calderón
Es lamentable tener que señalar que la salud mental solo tiene importancia para el ser humano cuando llega a convertirse en una preocupación diaria, o cuando llega a un punto en el que empieza a limitar distintos y numerosos aspectos de nuestra vida. Como sociedad, se ha adoptado la mala costumbre de ignorar el estado psicológico del individuo, teniendo en cuenta que esta tiene un impacto directo en la salud física de cada uno de nosotros, pues está determinada o condicionada por la primera en cuestión. Asimismo, la Organización Mundial de la Salud (2013) postula que el hecho de tener una buena salud mental es más que importante para cualquier persona, pues le permite lidiar con los desafíos diarios que se hacen presente en su vida, así como le hace ser consciente de sus capacidades para lograr cumplir con los objetivos que cada uno se propone. Si esto lo trasladamos al ámbito deportivo, encontraremos miles de casos, más en esta ocasión me centraré en el caso particular de Mardy Fish, tenista retirado que ganó 6 títulos de torneos ATP 250.
El rendimiento óptimo de un deportista está influenciado por su estado mental, así como el estado físico que deriva de este. No por nada se ha incrementado la demanda del servicio psicológico deportivo para gran parte de los deportistas, pues los casos de desconexión entre el aspecto mental y físico de la persona en cuestión se vuelven más recurrentes. Además de lo señalado, también le permite al deportista alcanzar su mayor potencial y, sobre todo, tener un manejo sobre las distintas situaciones por las que puede atravesar.
Muchas veces olvidamos que los deportistas son personas, al igual que nosotros, comunes y corrientes, así como que ellos también atraviesan por situaciones complicadas. Por lo general, solemos pensar que el deportista no puede mostrar debilidad ante cualquier situación, pues eso le hace ver vulnerable y, por tanto, como un perdedor. Al menos, esa es la imagen que se transmitía hace unos años atrás. “Si el deportista hablaba de sus problemas, no valía para esto”, comentaba Fish en el documental “Punto de quiebre”.
Mardy Fish, de hecho, rompe esta barrera invisible al admitir públicamente que padecía de un trastorno de ansiedad que le acompañaría el resto de su vida. No es común ver a deportistas hablar de los problemas por los que tienen que pasar, tanto en el campo como fuera de estos. Ahora bien, es importante que el deportista tenga la posibilidad de poder romper con estas barreras, pues un trastorno mental es un proceso con muchos antecedentes.
El trastorno de ansiedad de Fish, basándonos en lo previamente mencionado, empezó como un problema mental que nunca se trató a tiempo. Posteriormente una enfermedad, la cual tampoco fue detectada en el momento oportuno porque Mardy no lo permitió. Y así es como se llega a un trastorno mental incurable. “Los pensamientos venían una vez cada tres días, luego una vez cada dos, hasta que llegó a ser una vez cada hora”, declaró en el documental. El enemigo es uno mismo cuando no se está dispuesto a soltar lo que te hace daño y buscar ayuda.
Una frase que me parece muy importante resaltar es la siguiente: “Esos pensamientos llegaron a quitarme mi único lugar seguro: el terreno de juego”. Debido a sus problemas mentales, Mardy tuvo que retirarse del torneo que estaba disputando en ese momento. En este punto recae la importancia de hablar y soltar, pues resulta que es más sano que huir constantemente de los pensamientos sin tratar de enfrentarlos y resolverlos. Por eso mismo mencioné anteriormente que el psicólogo deportivo es cada vez más solicitado para acompañar al deportista, además del entorno social que ya está con él o ella.
Y estos casos no son únicos, pues gran parte de los tenistas pasan por un problema mental que afecta su rendimiento y su salud física, como lo fue el caso del gran Rafael Nadal, cuyos doctores no entendían el porqué de sus repentinas lesiones hasta que el propio tenista declaró que había pasado por una “lesión mental”. El propio Roger Federer, 20 veces campeón del Grand Slam, reconoció que es importante no subestimar la importancia de la salud mental en el deporte y que es necesario apoyar al que atraviese por dicha situación.
Entonces sí, si es importante cuidar el aspecto mental. Que el deportista tenga una fortaleza mental ayuda en muchos aspectos tanto en los momentos positivos como negativos. Por un lado, te da la determinación necesaria para estar por encima de tus rivales y ganar los duelos, y por el otro, te ayuda a sobrellevar los momentos de crisis en los que sientes que el mundo está encima de ti. He aquí la importancia.
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