Ante el auge de los participantes peruanos en Tokio 2020, Rodrigo Santillán, 8vo puesto en paranatación, nos menciona lo que le inspira y motiva a seguir brazada a brazada.
Por Joaquin Gomez
Hoy en día tiene 16 años y posee muchos más como para llegar a la cima y cumplir su meta: ser el mejor. El esfuerzo dentro del trabajo de Rodrigo Santillán quedó demostrado en el resultado que obtuvo en Tokio 2020, donde consiguió el octavo puesto en la final de los 100 metros estilo espalda S2 en los Juegos Paralímpicos, causando sin duda un orgullo tremendo para el país al lograr una diploma olímpica.
Hablando de orgullo, él siente que en su deporte hay una figura que destaca por sobre todas, incluso lo considera un mentor y una gran persona, ese es Jimmy Eulert.
—¿Y tú admiras a alguien en especial dentro de la natación?
—Obvio— lo dice con fervor —a Jimmy (Eulert).
—¿Y lo llamas por su nombre por algún motivo en especial?
—A estas alturas, creo que es mi amigo— lo dice entre risas —es como un mentor para mí.
Aparte de brindarle consejos y apoyo emocional, Rodrigo nos comentó que Jimmy Eulert es más que un mentor, sino que también es materia de estudio para él y las personas dentro de la Para natación. Como si de un curso se tratara, el nadador de corta edad dijo que la técnica de Eulert, a pesar de que haya competido hace unos cuantos años, sigue siendo efectiva en competencias de alto calibre.
—Pero tú no llegaste a ver a Jimmy Eulert en vivo…
—No, pero si existe material de archivo que mi entrenador siempre me hace ver. Veo incluso a Phelps, pero observar a otro peruano conseguir esas proezas es bacán. Aparte, la técnica que él tiene es impresionante, sobre todo en la época de Sidney (Juegos Olímpicos del 2000) donde creo que consigue un par de medallas.
—Ganó tres
—Verdad, tres. Y bueno, la manera en la que superaba a los otros nadadores en la piscina es impresionante, incluso, como te digo, más chévere que sea un peruano el que hace tal cosa.
Además de tener al gran Jimmy Eulert como amigo y mentor, él posee un método y ética de trabajo digno de admirar. Esto se le adjudica a lo inculcado por sus padres, así como a la insistencia de su entrenador al momento de entrenar y vivir su vida.
—Y personalmente, ¿cuentas con alguna estrategia en específico para destacar en tu disciplina?
—Más que nada trato de llevar una vida tranquila y disciplinada. Casi no salgo por las noches y ahora con la pandemia, menos— se ríe muy fuerte —pero es algo que desde pequeño me decían mis papás. O sea, el tener una enfermedad no me ha impedido estudiar, nadar o jugar a otras cosas. No lo veo como algo limitante.
Recordemos que, a sus cortos 2 años, Rodrigo fue diagnosticado con polineuropatía desmilizante mixta que causó que perdiera masa muscular en sus extremidades a un ritmo inusualmente rápido. Sin embargo, eso no lo detuvo y hoy ya se encuentra dándolo todo en los entrenamientos para superar su marca personal en Paris 2024 y porque no, ganar la competencia.
—¿Y ya te estás preparando para Paris?
—No, hasta ese entonces ya habré participado en otras cuantas competiciones, pero sí, para cualquier deportista es como la cereza en el pastel de tu carrera, ganar el oro y escuchar tu himno.
—¿Así que apuntas a ganar?
—Claro. Como me dijo Jimmy una vez: “Si no buscas ganar, mejor ni vayas. No le hagas perder el tiempo a nadie”. Sí es cierto que hay mucho nivel en estos últimos años, sobre todo en Estados Unidos y algunos europeos, pero haré todo en mi alcance para dejar el nombre del Perú en alto.
Sin duda el estilo de vida y la manera de trabajar de Rodrigo es sumamente admirable. Añadiendo sus ganas de representar a nuestro país de la mejor manera posible, él es una de las grandes promesas de la Para natación y esperemos escucharlo cantar el Himno Nacional del Perú en París con el oro en su pecho.
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