Por Diego Zapata
Por un lado, medallas, campeonatos, US Open y, por el otro, talleres, poca participación y una única cancha, moderna y desapercibida, abierta a todos en espera de igualar estos contextos, así le va al golf en el Perú.
Como bien sabemos, a nuestro país le falta mucha cultura polideportiva, cada vez menos bajo mi opinión, y es por este motivo que deportes como el golf, tenis de mesa, atletismo, etc., solo sean reconocidos y motivos de repercusión durante los éxitos. Esto solo ha conseguido que el golf goce de mucha impopularidad en la sociedad y se practique por una minoría en el país, una minoría, mayormente, privada. Por ejemplo, los top 9 jugadores nacionales tanto de la categoría mayores, juveniles y damas pertenecen a un club de golf con carísimas membresías hacia los socios como el Country Club La Planicie de La Molina, Country Club de Villa, Golf y Country Club de Trujillo, etc. Asimismo, son sus socios quienes representan al país en las distintas competiciones, pues presumo que en estas instituciones la preparación es alta.
Así, el pasado 12 de noviembre, los jugadores nacionales que participaron en el Campeonato Sudamericano Juvenil & Prejuvenil Quito 2021 y trajeron hasta siete medallas fueron homenajeados por el Congreso de la República. También, el primer jugador peruano en participar de un US Open, Luis Fernando Barco, entrena en uno de estos clubes. Nuevamente, en el éxito hay repercusión. La realidad es que, para pertencer a estos clubes y gozar de su alta preparación en este deporte, se debe tener un buen sustento económico. Esto hace que el deporte esté limitado a nivel nacional y, aun más, con la baja cobertura que los medios le dan.
Por el otro lado, el Instituto Peruano del Deporte (IPD) junto a la Federación Peruana de Golf están tratando de reducir esta brecha económica del deporte. El primer paso ya está dado. Hace un par de años, se inauguró la primera, y única, cancha de golf pública a nivel nacional. Según la propia Federación Sudamericana de Golf, este proyecto ha sido tan productivo que es uno de los proyectos a replicar en Sudamérica. Además, este año, se ha implementado un simulador profesional en el cual, entrenador y golfista, podrán ver la distancia, el golpe y potencia de un disparo para mejorar. Asimismo, el IPD ha fortalecido el apoyo a la federación de este deporte y se realizan torneos internos y se premia a los mejores alumnos de la federación mensualmente. Sin embargo, como estamos ante los cimientos aún, la repercusión mediática vuelve a ser nula. Un logro tan importante como este simulador es ignorado por los medios.
Entonces, ¿cómo promover el golf en el Perú? ¿Cómo darle un solo rostro? Bajo mi opinión, se debe fortalecer los canales de comunicación de la federación e invitar a los medios en conjunto. El campo y los implementos ya se obtuvieron y se utilizan de la forma más eficiente posible. Sin embargo, si muy pocas personas conocen sobre las bondades de este deporte y las facilidades para practicarlo en el Perú, la inversión realizada por la federación y el IPD, difícilmente, será recuperada. Mientras más personas se interesen por este deporte, mayor serán las posibilidades de recibir ganancias económicas para invertirlas en la masificación del golf. Desde la organización de torneos hasta talleres, todo debe ser comunicado de forma atractiva para el público en contraste a la invisibilidad de ahora. En los deportes, el negocio y su funcionabilidad se encuentra en la cantidad de espectadores o aficionados.
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