Por Alexandra Quesnay
Tuvieron que pasar varios mundiales para que el buen fútbol de Dinamarca se vista de gala y fue en el Mundial de México 86 donde sorprendió a más de uno. Una selección debutante, considerada débil para todos sus contrincantes, fue el animador del torneo, dejando su estilo y su modo de jugar en cada partido. Tres grandes, que marcaron alegrías para todos, fueron los boquiabiertos al perder su esencia contra los daneses de bajo perfil. Alemania Federal, vigente campeón, por 2-0, Escocia por 1-0 y sorprendiendo a Uruguay por 6-0. El país escandinavo fue el protagonista de ello mientras Michael Laudrup encantaba a jóvenes y adultos por su rendimiento físico.
Estar en un equipo de fútbol significa tener un constante trabajo en equipo donde aquellas desigualdades se solucionan para poder complementarse dentro y fuera del juego. La Dinamita roja lo tenía en cuenta y más Sepp Piontek que, aparte de ser la pieza principal como entrenador, fue el que lideró la mentalidad y estrategia del equipo desde las eliminatorios de 1984. Un sistema de juego que también hizo brillar a la Naranja Mecánica bajo el perfeccionamiento del gran Rinus Michels. Gracias a su fútbol total, Piontek pudo tener un planteamiento, una estrategia, una táctica, un sistema para que los daneses avancen hacia el arco. Toques del balón, movimiento en el campo y lo más importante el relevo, que permitió que los daneses cambien de posición comenzando una nueva partida de inmediato. Tanto la rapidez como la presión en cada toque hizo que su victoria sea limpia, teniendo en cuenta la capacidad que poseía el contrincante.
Tener posesión y dominio del balón no era problema para Frank Arnesen o Jens Bertelsen, ambos defensores, al igual que Laudrup, centrocampista, y Preben Elkjær-Larsen, delantero. Más bien, la agilidad que ellos manejaban, hacia que controlaran el balón tanto en los laterales como en el centro del campo. Marcando el minuto 57, Larsen da el gol y el triunfo a Dinamarca ante Escocia, aprovechando los espacios vacíos para ejecutar la jugada. Su táctica colectiva hizo que todos los daneses consideren la mejor alternativa para alcanzar su objetivo, en este caso, lograr ganar y vencer a Escocia. Pero, no fue hasta su segundo encuentro que empezó a deslumbrar no solo ante su pueblo danés, sino también ante la historia del mundial teniendo un contrincante como Uruguay. Con un total de 6 goles, Larsen, Laudrup, Lerby y Olsen marcarían el fútbol total integrando a todos los jugadores del equipo danés. Con uso de gambeta, marcando a Uruguay y con desdoblamientos a velocidad, lograron tener intensidad sin dejar su objetivo de lado. Su táctica en cuanto al ataque y defensa, teniendo en cuenta que ambos cumplen con la misma misión, no fue del todo individualista, porque de lo contrario solo un danés tomaría las decisiones y acciones de todo el grupo. Más bien, fue en conjunto, entre todos. Un rival fácil no era lo que les esperaba, era todo lo contrario, ágil, capaz de resolver los problemas en la cancha y con un rendimiento físico alto. Pero, todas esa “etiquetas” se desvanecerían a partir del segundo tiempo. Aquellos espacios vacíos por los laterales y centro lo aprovecharían a favor de su velocidad para llevar la pelota hacia la victoria. “Eran un gran equipo”, en palabras de Eduardo Acevedo, son los que aseguran tener a un rival de nivel.
Una estrategia deportiva bien planificada con anterioridad proporciona buenos resultados que, a su vez, ayudan a mitigar problemas y percances que obstaculizan llegar al objetivo principal. El director técnico, Morten Olsen, junto a Piontek sabían que era un mundial de nivel con contrincantes de experiencia. Dinamarca fue agarrando nombre a causa de la capacidad, técnica y táctica, que mostró dentro de su grupo llamado “grupo de la muerte”, quedando en primer lugar. El fútbol total funcionó para la Naranja Mecánica y también para la dinamita roja. A pesar de ser derrotado al último instante por España, la dinamita roja quedará en la memoria y en la historia de México 86 como el mejor debut contra campeones mundiales.
Alemania Federal era prácticamente un campeón en cada partido, los elogios eran suficiente para saber quién era el favorito. Al inicio, antes de que Dinamarca se enfrentara ante Uruguay, muchos no confiaban en la capacidad que tenía la dinamita roja y más aún si era su debut. Sin embargo, a medida que avanzaba, era la reencarnación de la Naranja Mecánica, haciendo notar sus relevos de forma vertical, así Laudrup intercambiaba con Larsen a velocidad para complementar el futbol y no perder de la esencia del partido. Y solo en el minuto 43, Dinamarca marcaría el primer triunfo ante Alemania Federal.
No es una Dinamarca retrasada en recuperar el balón, sino que busca el control del balón para tener posibilidades de atacar para avanzar y defenderse ante su rival. Sin duda alguna, el juego en equipo es lo que resalta y más el hecho de que la posición no sea una estable por todo el partido. La sorpresa es que todos van en busca del mismo objetivo, todo su conjunto, gracias a la condición física que cada jugador posee. La Dinamita roja, no tuvo un buen final, pero a fin de cuentas, por ello se hace llamar dinamita, porque explota en su jugada.
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