Por Tamara Ojeda
Para algunos Lewis Hamilton o Sebastián Vettel, para otros Niki Lauda o Ayrton Senna, pero para muchos es el histórico Michael Schumacher el mejor piloto que la Fórmula 1 ha visto correr. El alemán ha roto toda clase de récords. Desde lograr un hat trick 22 veces hasta ser el piloto con más victorias con el mismo equipo. De Schumacher se puede decir toda clase de elogios y contar toda clase de increíbles historias de superación. Michael fue un niño al que le gustaba la velocidad, la adrenalina y los carros. En su infancia, era el piloto de los go-karts a los que su padre les reemplazaba los motores. En su adolescencia, ya participaba en torneos internacionales, en los cuales no podía concursar en nombre de Alemania, ¿por qué? El dinero. Todo se remontaba a eso. En Luxemburgo, Michael era el único corredor. En Alemania, en cambio, necesitaba pasar por una etapa de clasificación en la que tenía que invertir mucho dinero con el que no contaba y es que las competencias automovilísticas son, de conocimiento general, caras. Pero entre todas hay una que está en el podio y ocupa el primer lugar: la Fórmula 1.
¿Qué tan caro puede ser competir en Fórmula 1? Para poder contestar a la pregunta es necesario que antes entendamos cómo se llega a la F1. Tal y como vemos en las películas americanas cuando los adolescentes cumplen 16, los conductores que quieran competir en F1 deben obtener una licencia. La diferencia reside en que esta no es una licencia para manejar al colegio, sino una superlicencia para correr en un enorme circo. Para obtenerla es necesario tener más de 18 años, salvo excepciones como Max Verstappen, y acumular una cierta cantidad de puntos en otros torneos certificados por la FIA, como pueden ser la F3 o F2.
Por otro lado, como bien explica el expiloto Dani Clos en un video que subió a su cuenta de YouTube, los corredores de autos se forman desde niños. El primer paso para llegar a la F1, entonces, es el karting donde hay distintas categorías y, según Clos, se gasta alrededor de 200 mil euros en esta etapa. Sin embargo, esta cifra puede aumentar si el aún pequeño piloto compite en más torneos, lo que implica que la cifra de 200 mil euros se puede esfumar en tan solo un año. El próximo paso es una competencia pequeña, como la Fórmula 4. Aquí se puede llegar a gastar de
120 a 150 mil euros. Luego se puede escalar a la Fórmula 3 (antes GP3) donde la cantidad de dinero a gastar asciende a los 500 mil euros. El punto a favor de estas competencias es que existen los patrocinios mediante los cuales las empresas financian a sus pilotos, pero aún no llegamos a la cima.
A la Fórmula 3 le sigue la Fórmula 2 (antes GP2), la serie que más puntos otorga para la superlicencia. En este punto la cifra superó el millón de euros. Según Clos, se gasta 1 millón 200 mil euros por temporada y lo normal es hacer 2 temporadas, a menos que seas un prodigio. Entonces, la cifra se duplica a 2 millones 400 mil.
Los números de Clos son referenciales. No hay un orden establecido de series por las que se deba pasar para llegar a la Fórmula 1, siempre y cuando consigas la cantidad de puntos necesaria para la superlicencia en el límite de tiempo establecido. Sergio “Checo” Peréz, por ejemplo, pasó por 7 categorías. Además, la cantidad a invertir puede variar dependiendo del piloto y del equipo. En adición, todas estas cifras no incluyen los gastos en comida, pasajes, hoteles, etc. que son necesarios para seguir compitiendo. Sin embargo, tomando como referencia los cálculos del expiloto, el dinero a invertir para llegar a la F1 ronda los 3 millones de euros. Bien puede ser más. Forbes México recopiló datos proporcionados por Sport Business, Black Book y Formula Money que concluyen que para que un piloto llegue al máximo nivel de competencia se necesita invertir 7 millones de dólares en el proceso. Y todo esto es solo el camino, aún no estamos en el Gran Circo.
Asimismo, podemos añadir que en toda esta travesía hay un costo que no se puede medir. Romain Grosjean, expiloto de Lotus, reconoce el sacrificio que implica competir en F1: “No miras a tu familia, son muy altos los riesgos para llegar a ser piloto de F1, ya que paras la escuela y te tienes que comprometer al 100%”.
Hasta el momento hemos visto el precio de la ruta, es momento de conocer el costo del destino. En palabras del propio Bernie Eclesston—el hombre que convirtió a la F1 en lo que es hoy en día—considera que, para tener un equipo competitivo, es necesaria una inversión de 1,000 mil millones de dólares en un período de 4 años. Además, de acuerdo con un estudio especializado en economía de F1, mantener un equipo es una inversión sumamente cara. Para investigación y desarrollo se necesitan unos 63 millones de dólares, para producir autos serían necesarios 57 millones de dólares, en los salarios se gasta alrededor de 65 millones de dólares y en gastos de operación aproximadamente 55 millones de dólares, esto incluye los viajes, los hospedajes, etc. Es decir, tener una escudería en esta serie llega a costar 240 millones de dólares.
El automovilismo es de los deportes más caros. La fórmula 1 es la serie más cara. Tan solo la superlicencia para poder llegar a esta competencia de élite puede costar más de 7 mil de dólares. Una vez adentro es necesario firmar contratos, forjar alianzas y encontrar patrocinios. Aún así, la cifra de dinero a gastar sigue siendo alta. Muy alta. A esto le añadimos el poco tiempo que un piloto pasa al lado de su familia y las largas horas de entrenamiento que, como en cualquier deporte, son necesarias para lograr un campeonato. Es, sin duda alguna, un viaje con mucha turbulencia para recorrer. Un viaje difícil. También es un hermoso viaje, casi tan lindo como ir al circo, al más caro de todos.
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