Seguiremos alentando

Por Sebastián Guerra

Para nosotros nunca nada puede ser sencillo. Mucho menos si se trata de fútbol. Lo que no puede llegar a faltar es ganas y empuje. No solo de los futbolistas, sino también de la hinchada. ¿Cuánto tiempo perdimos jugando con poco aforo o estadio vacío? ¿Cuántos puntos perdimos solo por no contar con el apoyo de la hinchada? El aliento suma y empuja. Si esto no es verdad, que lo diga algún jugador y hable del apoyo del hincha en el partido contra Ecuador. Aforo del 70% decían, pero si no fue 100% fue de puro milagro. Gracias a Dios que fue mucha más gente. La noche del 1 de febrero del 2022, fue mágica.

Tras el partido en Barranquilla, el país se emocionó. Tal vez el partido con Ecuador no marcaría la clasificación como tal, pero sí podría haber significado el sacar una cita en la embajada. Todos con la tensión desde tempranas horas. Entradas agotadas y buscando reventa en las afueras del estadio.

El país entendió que esto lo jugábamos todos y llenamos el estadio. Un ambiente muy parecido al partido con Colombia en 2017. Promocionaron el concierto de Bad Bunny en el estadio. Más o menos alrededor de las 6 de la tarde y pusieron sus canciones, pero el público presente pifeaba y pedía que pusieran canciones de aliento. No faltó el “Contigo Perú” y un estadio que lo cantaba a viva voz.

Las victorias de Chile y Uruguay obligaban a una victoria. Me corrijo, obligaban a no perderlo. Hora de los himnos y significó que todos se abrazaran para cantar entonar nuestras sagradas notas. Bendita costumbre que nos trasmitió el equipo: cantar el himno todos abrazados. Todo empezó mal, pues Ecuador se puso adelante muy temprano y, el estadio, lejos del silencio, alentó más fuerte. El equipo no podía caerse y eso lo teníamos todos presente.

Nuestra selección no encontraba ideas. Ecuador hacía su juego quemaba todo el tiempo que pudiera. Nosotros, por nuestro lado, nos encontrábamos extrañando en demasía a Cueva y Lapadula. Gareca movió el banco en el segundo tiempo y a los 70 minutos encontramos el empate. Otra vez el “Orejas” hizo estallar el país. Resultó curioso que Ecuador, que todo el partido paraba el partido por hacer tiempo, estuviera en esa jugada con uno menos. Se les había ido un jugador por lesión y el que iba a entrar no tenía su camiseta en la banca.

El estadio se vino abajo, pero el aliento volvió a subir. Sin ideas una vez más, pero al empuje. Esta selección, en los últimos partidos, demostró contundencia. No necesitó dominar los partidos para pegar. Eso es un tremendo mérito, pues casi nunca hemos ganado o sumado jugando mal. Este equipo es solidario y se entrega. Se tira de cara por la pelota. La hinchada lo reconoce.

Tras el gol de Perú, Michael Succar hizo un comentario en la transmisión del partido. El comentario fue que la banca de suplentes peruana reconoció a Alex Valera por pelear una jugada difícil que terminó en gol. Diego Rebagliati, su compañero de transmisión acotó que eso se llamaba “tener ganas” y eso es todo lo que los hinchas le piden a esta selección. Le piden que los represente y eso hacen. Así lo sienten con la mayoría de los jugadores que conforman o han formado parte de ese maravilloso grupo humano.

Terminado el partido fue un 1-1 en el resultado final. El estadio aplaudió a los jugadores, pues se dieron íntegros. El equipo entendió que nos estamos jugando el pasaje a otro mundial. El equipo entendió que estos partidos que quedan son finales para nosotros. Sería muy sencillo para el hincha acabar pifiando al equipo, pero ese equipo representa tan bien al país que le resulta imposible hacerlo.

La mayoría de las personas ayer en el estadio eran jóvenes. Esos mismos jóvenes que hicieron popular el “no vengo por la clasificación, vengo porque te quiero”. No importa como quede el proceso a Qatar, gracias por traernos hasta aquí. Siempre y cuando nos sigan representando así, el país entero estará de su lado. Quedan dos partidos para el final de esta maratón llamada “Clasificatorias Sudamericanas” y nosotros seguiremos alentando. Siempre, pero siempre arriba Perú.