Por Guillermo Falcón
En una eliminatoria emotiva, Perú superó por 3-1 a Bolivia para asegurar la permanencia en el Grupo Mundial I de la Copa Davis y así mantener las posibilidades de estar en la Qualifiers de 2023. Juan Pablo Varillas fue el gran protagonista de la serie al ganar los 2 partidos del sábado y brindarle una alegría al público presente en el Lawn Tennis, donde se vivió una fiesta deportiva muy vibrante de principio a fin. A continuación, el detalle de los 2 días de competencia.
Día 1: los referentes hacen los deberes
La acción comenzaba el viernes con el partido entre Juan Pablo Varillas y Murkel Dellien. Luego de un inicio incómodo, el número 1 de Perú sacó adelante el encuentro gracias a su gran jerarquía. “Empecé con muchos nervios, pero luego me sentí más cómodo y fui contundente”, afirmaba en la conferencia de prensa posterior. Un aspecto vital fue el no dejar ninguna chance a su rival de tomar confianza. Una muestra de ello fue en el segundo set. Estaba 4-1 arriba y sufrió un quiebre en contra, pero volvió a quebrar al siguiente para colocarse 5-2 y definir el punto con su servicio. De esta manera, Perú se adelantaba en la eliminatoria con la quinta victoria consecutiva para Varillas por Copa Davis.
Sin Nicolás Álvarez por lesión, el elegido para ser la 2° raqueta peruana fue Conner Huertas del Pino quien ya había disputado el partido ante Rumanía y ahora como local era su gran oportunidad de mostrarse frente a su gente. Del otro lado, estaba Hugo Dellien, el mayor referente de Bolivia en los últimos años, quien estaba obligado a ganar para emparejar la serie. Con esa consigna, impuso su juego desde el principio, con mucha presencia, alentándose a sí mismo en cada punto. Relucía la jerarquía de Dellien contra la inexperiencia de Conner, quien caía en errores y no se sentía cómodo. El 6-1 ilustró la tónica del partido: dominio total del boliviano. La afición esperaba una mejor versión de su representante y este fue el punto de partida para mejorar. Conner ganó seguridad, gracias a varios factores. En primer lugar, se mostró más suelto en cancha, además de recibir la confianza del comando técnico. En segundo lugar, al conectar con el público, se nutrió de esa pasión necesaria para toda elminatoria de Copa Davis. Logró mantener su saque y así sus opciones de ganar, aunque Hugo Dellien se mantenía firme y no bajaba el ritmo. Así como Varillas, el boliviano también supo aprovechar los puntos clave: mientras Conner Huertas tuvo una chance desaprovechada de break, Dellien sí concretó la suya y así se adelantó por 5-3- Finalmente, el 6-4 decretó la igualdad y todo se definía el sábado.
Día 2: Varillas se hace gigante para ganar la serie
Comenzaba la acción a la 1:00 de la tarde en el Lawn Tennis. Una hora antes, llegaba el anuncio oficial del cambio en la dupla de Perú. Contra todo pronóstico, Gonzalo Bueno dejaba su lugar a Juan Pablo Varillas para acompañar a Sergio Galdós. Si bien el capitán “Tupi” Venero había declarado esa posibilidad, no era de esperarse debido a la exigencia: se necesitaba a Juan Pablo en su mejor condición para el cuarto punto. Si el equipo tomó esa decisión, era porque Varillas estaría física y mentalmente preparado para competir.
El duelo de dobles fue muy parejo y la dupla peruana fue de menos a más. Zeballos y Arias demostraron sus condiciones, sus movimientos eran muy coordinados, seguros en cada punto y lo más importante: durante el primer set ganaron la mayoría de puntos en la red. En esta modalidad, esto último es esencial. Galdós comenzó impreciso y esto influyó un poco en Juan Pablo. Desde el segundo set, ambos se fortalecieron en el momento más necesario para evitar la caída. Además, la dupla boliviana bajó su rendimiento y esto fue vital para generar el crecimiento de los representantes peruanos. Galdós y Varillas lograron un 6-3 para alargar la definición. El tercer set se disputó a un nivel muy alto por parte de ambas duplas. Los 2 sabían la importancia de ganar y lo demostraron en cancha. Punto a punto, ninguno cedía con su saque. Sin embargo, en los juegos de Bolivia al servicio, Perú estaba cerca de quebrarlo. La sensación en la cancha era de mayor seguridad desde el lado peruano. En el 5-5, ese quiebre llegó. La tribuna desató su alegría. Luis Horna, desde el banco, pedía al público ser más efusivo y no dejar de alentar. Con el 6-5, la confianza en Perú estaba a pleno, los fanáticos brindaban su energía y las indicaciones de “Tupi” Venero eran de mantener la calma. Se ganó 7-5 y con eso el segundo punto para Perú. Solo faltaba 1 y el protagonista de la siguiente historia debía entrar en acción nuevamente, en busca de sentenciar la eliminatoria.
Con el impulso de la victoria en dobles, Varillas salió como un huracán a la cancha y desde su presencia aspiraba a ganador. En frente, Hugo Dellien y su gran experiencia como un jugador prácticamente del top 100 a nivel mundial. Pero en la Copa Davis, el ranking queda de lado y la atmósfera es distinta, sobre todo cuando se juega de local. Juan Pablo exhibió su mejor nivel durante el primer set, incluso parecía no haber disputado 2 horas en dobles. Ganó por 6-4 y se colocaba a un paso de certificar la clasificación de Perú. Luego del nivel sobresaliente mostrado, se notó una ligera baja a ese ritmo imparable. En el tenis, es difícil mantener un equilibrio durante todo un partido, debido a la continua exigencia. Eso sucedió con Juan Pablo y fue aprovechado por Hugo Dellien, quien se mantuvo a un nivel medio, pero en los momentos clave jugó de manera acertada. El 6-4 a favor del boliviano mandaba el encuentro a un set definitivo. Ambos fueron al vestuario para relajarse y tomar fuerzas para lo último, aunque el descanso fue favorable a Varillas, al cumplir casi 4 horas de juego.
El tercer set lo jugó con el corazón. Quizá el cuerpo no respondía como al principio, pero debía mantenerse fuerte desde lo anímico. Por supuesto, el público cumplía su papel como el combustible necesario para seguir fuerte. En el tie break definitivo, no perdió nunca el enfoque, a pesar de estar 2-5 abajo y también afrontar un match point en contra. Finalmente, lo logró: 10-8 para sentenciar la serie y mantener a Perú en el Grupo Mundial I de la Copa Davis. Un equipo ya consolidado, con un líder nato como Juan Pablo Varillas y un capitán muy sabio, Américo “Tupi” Venero, regaló al país una nueva alegría. Los jugadores se abrazaban, la tribuna cantaba y el Lawn Tennis vivió un capítulo memorable para el tenis peruano.
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