Por Sebastián Guerra
Universitario de Deportes y Alianza Lima se encuentran en la semana más esperada por los hinchas de ambos equipos en lo que es el último torneo del año. Es semana de clásico y los futbolistas saben que no es un partido más y que ya no alcanza con solo dar el 100% de sus capacidades.
El clásico representa algo más que un simple partido de fútbol. Los hinchas de ambos equipos saben que enfrentaran a su rival de toda la vida y es obligación ganarle, pero este partido en particular está condicionado por la posición de ambos equipos en la tabla de posiciones, pues ambos clubes están en posiciones muy opuestas: uno busca el título del clausura y el salvar el año.
Polos opuestos
Alianza Lima viene en una buena racha de resultados pese al empate-con sabor a derrota-que obtuvieron en Cajamarca el pasado domingo. El elenco blanquiazul viene en un buen momento futbolístico y tiene alternativas en la banca que suelen resolverle los partidos que se le tornan complicados. No gusta, pero suma siempre y lleva nueve partidos sin conocer la derrota. De esos nueve encuentros solo empató tres de ellos y tan solo recibió cuatro goles en contra.
Una de las novedades de Alianza para el clásico del domingo es la posible vuelta del Jefferson Farfán, quien volvió a entrenar con sus compañeros y apunta a volver contra el rival de toda la vida y frente a su gente. El último partido del “10 de la calle” con los victorianos es el de la final contra Sporting Cristal en 2021 y desde ese momento, el cuadro de La Victoria disputó un total de 30 partidos sin su máxima figura.
Alianza está en la pelea por el campeonato clausura y tiene, además, un partido pendiente con Melgar en Matute y también ya descansó, lo que lo vuelca con todo en la pelea para conseguir su estrella 25.
Universitario, por su parte, atraviesa una racha de tres partidos sin perder (dos victorias y un empate), pero su juego no gusta y carece de gol aunque encontró en Alex Succar el reemplazo perfecto para Alex Valera, quien partió al futbol del Medio Oriente.
Los dirigidos por Carlos Compagnucci buscan salvar la temporada y están en la pelea por clasificarse a un torneo internacional y, de alguna manera, lavarse la cara para volver a intentar lograr la estrella 27 en el año 2023. Hay que tener en cuenta que el último clásico se jugó en tierra merengue y el resultado fue tan abultado (1-4) que el técnico Álvaro Gutiérrez fue cesado de sus funciones.
En tienda crema saben que no es un partido cualquiera. El administrador temporal, Jean Ferrari, manifestó en conferencia de prensa que el partido es una “revancha”.
Ambos equipos ya están concentrados y ultimando detalles para sorprender a su máximo rival. Para los hinchas de ambos equipos no existe más opción que la victoria y es que la rivalidad no entiende de razones. Para Universitario puede ser también la oportunidad de ser “juez” del torneo clausura y buscará truncarles el sueño a los blanquiazules quienes, a su vez, buscarán malograrle aún más la temporada a los Odriozola.
Falta muy poco para el partido. Es una semana diferente para quienes conforman la atmosfera del fútbol peruano. La rivalidad tan histórica vuelve a ponerse a flor de piel por estas horas. Estrategias para jugar, neutralizar, pegar, meter y ganar ya están en marcha. Los hinchas ya están empezando a jugar. Que ruede la pelota y gane el fútbol, por favor.
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