Por Milovan Byrne y Miguel Taype
En la historia del fútbol siempre se ha cuestionado la mejor forma de ganar campeonatos. Desde la Hungría de Gustav Sebes que impulsó el 3-5-2, el “catenaccio” de Helenio Herrera en el Inter de Milán, la Holanda de Johan Cruyff con el fútbol total, la típica discusión del Bilardismo y el Menottismo, el 4-3-3 de Guardiola en el Barza, entre otros. Sin embargo, dejando a un lado las diferentes estructuras de juego, hay aspectos emocionales que no se pueden conducir con la mejor alineación táctica. Es importante ¡el corazón!. Y esa fue la principal arma de Alianza Lima para salir Bicampeón nacional.
Chicho Salas: El corazón del equipo
Si tenemos que hablar del principal factor del equipo aliancista en el Bicampeonato tenemos que hablar de “Chicho” Salas. El ex lateral derecho asumió el cargo en un momento complicado, con una derrota en el clásico y un empate ante Cantolao que prácticamente dejaba al equipo en una posición complicada para obtener el bicampeonato. Cuando asumió el “fierro caliente”, “Chicho» empezó a ordenar el plantel priorizando la unión de un grupo que estaba distanciado. Salas sabía que el camino era dejar de ser individualistas y empezar a pensar como un colectivo. A partir de eso, le imprimió su identidad a su equipo: un equipo seguro en la defensa, arrasador en la intensidad cuando jueguen de local y siendo cauteloso cuando juegue de visita. Sus principales decisiones se basaron en cuestiones de corazonadas como cuando dejó en el banco a su mejor jugador el “pirata” Barcos contra Cienciano. Una apuesta muy arriesgada que dio resultado positivo. Sin embargo, lo que define el corazón de “Chicho” es la personificación del cariño que le tienen los jugadores cuando acepta un “apanado” por parte de ellos, dejar la voz en los partidos al punto de quedarse afónico por las continuas indicaciones que da durante el juego, de excluir a jugadores importantes como Hurtado y Ramos por el bien del equipo, pero la principal ejemplificación es su mentalidad humilde y sincera, ya que se siente uno más del equipo y eso se notó al reconocer el trabajo de todos, dándole un abrazo a cada uno de los jugadores, haciendo bromas y teniendo la grandeza de llamar a los trabajadores del club para que también celebren. Si el corazón de Alianza está en buen estado es gracias a que el núcleo es perteneciente a “Chicho” Salas.
Hernán Barcos: Un trabajador “senior”
Un personaje importante no solo para la obtención del Bicampeonato sino también para el modelo institucional de Alianza Lima es Hernán Barcos. El «pirata» llegó en enero del año pasado tras jugar en la liga de Bangladesh y desde entonces se convirtió en uno de los referentes de Alianza Lima al aportar su experiencia al equipo a través de su sabiduría en el campo de juego contando ahora con más técnica y oficio a la hora de leer lo que el equipo pide en distintos momentos del partido. Sin embargo, lo que ha hecho que Barcos resalte aún más en la institución blanquiazul ha sido el apoyo que ha dado al club. Ejemplo de eso fue el apoyo al equipo femenino de Alianza Lima regalándoles artefactos electrónicos a las cocineras del equipo y exigiendo a la gerencia deportiva que tengan un sueldo mensual por jugar, algo que no se contemplaba anteriormente. La ayuda de Barcos no solo fue crucial para que les empiecen a pagar un sueldo, sino también para que la gente empiece a llenar el estadio al verlas jugar, reflejándose en la final femenina del año pasado, cuando le ganaron 3-0 a Manucci saliendo Bicampeonas en Matute con un estadio repleto de seguidores blanquiazules. Otro detalle importante del “pirata” es su apoyo constante a futbolistas jóvenes como Concha, Goicochea, Pineau, Valenzuela, Pinto, entre otros ofreciéndoles consejos sobre la vida de un futbolista y los errores que no deben cometer. Es decir, es un padre futbolístico para los jóvenes potrillos. En efecto, la figura del “pirata” se magnifica en su sabiduría para apoyar a la institución, su experiencia en aconsejar a los jóvenes promesas y el liderazgo aportado dentro y fuera de la cancha.
La hinchada: El jugador número 12
El jugador número 12 de Alianza Lima no es el jugador habitual que está en el banco de suplentes y entra en el segundo tiempo, el jugador número 12 del club ‘grone’ es su hinchada. Es que su hinchada ha estado en sus peores y mejores momentos. Por ejemplo, Alianza Lima jugaba contra Melgar en busca de posicionarse entre los primeros puestos del Torneo Clausura y jugaba un miércoles 21 de septiembre. Sin embargo, aun así, el hincha llegó a Matute a alentar. Ese día el estadio estuvo lleno y logró una victoria de 2-0. Aquel encuentro fue un paralelismo de la final de vuelta que se jugó el sábado 12 de noviembre. El conjunto blanquiazul debía remontar una eliminatoria de 1-0 ante Melgar. El encuentro se jugó en Matute y la hinchada no falló. En aquel partido hubo 30 mil hinchas con la mica blanquiazul. Y es que no solo los jugadores de Alianza Lima dieron el 100% en ese partido. La hinchada no paró de alentar los 90 minutos con sus cánticos y su aliento. Varios jugadores lo reconocen. Gino Peruzzi después de ganar la Liga 1 2022 dijo: “En Matute somos fuertes con nuestra gente”. Los fanáticos de Alianza Lima agotaron las entradas de la final antes de que se conociera el rival. No obstante, el hincha no solo está en el estadio, sino también detrás del televisor. Los jugadores blanquiazules no son ajenos que en redes sociales los hinchas les mandan mensajes de aliento en busca de una victoria de parte de su equipo.
El plantel: la unión hecha equipo
Para la temporada 2022, Alianza Lima sumó algunos nombres como Pablo Lavandeira, Cristian Benavente, Gino Peruzzi, etc. El primero de ellos, Pablo Lavandeira, fue cuestionado por su pasado en Universitario de Deportes. Sin embargo, a punta de buenas actuaciones, se ganó el cariño de la hinchada blanquiazul. Fue uno de los mejores jugadores de Alianza Lima en la temporada 2022. Algunos dicen que fue el mejor jugador del torneo por detrás de Hernán Barcos. No obstante, a pesar de los nuevos nombres, el plantel de Alianza Lima siempre estuvo unido. Se pensaba que el equipo se caería cuando perdieron 2-0 ante Universitario, su clásico rival. Sin embargo, el equipo se mantuvo unido. Cuando tocaban rotar jugadores, los futbolistas de Alianza nunca se quejaron y esperaron su momento. Por ejemplo, cuando le tocó jugar a Oscar Pinto, este rindió de la mejor manera, dejando grandes impresiones en el equipo. Como también se resalta las actuaciones que realizó Franco Saravia cuando Angelo Campos estuvo lesionado. Sin embargo, el plantel llegó a su punto máximo cuando el ‘Chicho’ Salas arribó al equipo de la Victoria a mitad del Torneo Clausura. Uno puede pensar que, si llega un entrenador nuevo casi a finales de un torneo, el equipo se puede partir; sin embargo, Guillermo Salas, un conocido en Alianza Lima, supo gestionar el grupo y ganarse su confianza.
Conclusión
En conclusión, existieron varios factores en Alianza Lima para que lograran el bicampeonato. A pesar de que el aspecto táctico y estratégico es importante, para ser campeón se necesita más que eso: un equipo unido, el apoyo de la hinchada, la capacidad de gestionar un grupo por parte del entrenador, etc. No obstante, hubo algunos nombres que resaltaron como el de Hernán Barcos y Pablo Lavandeira, quienes fueron las grandes figuras de Alianza Lima este año, sin olvidar la gran labor de un capitán en un equipo campeón: Josepmir Ballón. Por lo cual, Alianza Lima cumplió con todos los ingredientes que necesita un equipo ganador.
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