Por Milovan Byrne
Cuando nos ponemos a hablar de la carrera de Cristiano Ronaldo se nos vienen a la mente 3 palabras: constancia, disciplina y mentalidad. 3 pilares que lo han llevado a triunfar en 4 países distintos y competir mano a mano por 15 años con Lionel Messi. Lo arrogante, egocéntrico e individualista como ha sido descrito a lo largo de los años por periodistas, entrenadores y excompañeros solo ha fortalecido su autoestima y le ha impulsado a seguir respondiendo en el campo. Sin embargo, desde hace unos meses, la carrera de Cristiano decayó cuál caída desde un monte empinado, terminando en un destino en que nunca pensábamos verlo. Si alguien me hubiera dicho hace 1 año que Cristiano terminaría su carrera en un equipo de Arabia Saudita, le diría que vaya al psiquiatra a tratarse su locura.
Y bueno sí, ahora está empezando una verdadera locura. En un país muy desconocido para el mundo del fútbol, donde si bien su liga es considerada la mejor de la conferencia de Asia, es una competencia mucho menor para los retos y desafíos que CR7 se ha puesto en toda su carrera. Desde ese punto de vista, estoy de acuerdo en sostener que Cristiano se ha retirado del fútbol de alta competencia. Hay que empezar a olvidarnos del jugador que catalogó a una competencia como su dueño absoluto denominado Mr. Champions y de verlo anotar goles a los principales rivales de la Premier League. ¡Esos días quedaron en el pasado! Sin duda, una trayectoria como la de él podría haber acabado en un lugar mejor, ¿o a ustedes le caben dudas que el máximo goleador de la historia no tendría espacio para seguir rompiéndola en los grandes equipos de Europa? Si un jugador te asegura goles, dámelo siempre en mi equipo sin importar la edad.
Pero acá viene el contraste. Cristiano Ronaldo no es simplemente un jugador de fútbol. Es una empresa de fútbol que, a la vez, maneja la personalidad de uno de los futbolistas más polémicos de la actualidad. Una persona que quedó reflejada mucho más en los últimos meses cuando quiso pasar por encima de su técnico, jugadores e incluso por encima de un club que tiene más de 100 años de fundación y que es uno de los más importantes de Inglaterra. Una empresa que se ha transformado en una marca global en el mundo para engrandecer la figura del jugador. Y sí, eso no estaría mal si es que la propia empresa impulsara que fuese el protagonista, el rol de que es el mejor jugador del mundo y no haberse reinventado a través de los años. Una persona que todavía quiere seguir cobrando como un jugador estrella cuando su bajo rendimiento dice lo contrario.
Dejando a un lado su personalidad, la principal decisión de Cristiano es clara. Priorizar su bienestar personal. Ha sido un 2022 en el que el jugador máquina que había sido creada a través de sus cualidades para el gol y su psicología extraordinaria produjeron un impacto dentro y fuera del campo. Si muchos chicos lo consideran un referente en la vida no es porque es más talentoso o ingenioso que Messi. Es por su mentalidad de nunca rendirse y de siempre intentarlo hasta el final. Pero esa figura originada por él mismo fue derribada en cuestión de meses. No discuto que mantenerse en una buena forma física es valioso para que un jugador pueda alargar su carrera más allá de una edad establecida en la que empieza a ser sobrepasado por jugadores jóvenes y con mucha más ambición de triunfar en la vida, pero lamentablemente no solo pasa por el físico. La reinvención también es parte de la vida. No eres igual a los 30 que a los 50. Quizás a los 30 eres más capaz de hacer muchas más actividades que a los 50, pero es ahí donde manda la sabiduría de saber comprender que ya no eres el mismo de antes. Y es ahí donde Cristiano no ha tenido el don de asimilarlo y se ha demostrado mucho más en el último año con las declaraciones y acciones que demostraba que la sabiduría no es dependiente de la edad, sino de la madurez de la persona. Y es ahí donde aparece el Al Nassr. Un equipo que no solo quiere crecer como equipo, sino también ayudar a Arabia Saudita a organizar la Copa del Mundo en el 2030. Y qué mejor que empezar a promocionar su candidatura al Mundial impulsando la llegada de Cristiano Ronaldo no solo como jugador, sino como asesor y embajador de la candidatura del país árabe, teniendo un contrato hasta el 2030 ganando 200 millones de euros por año.
La mayoría de nosotros no lo pensaría dos veces si es que nos ofrecieran tal cantidad. Así sea el país más conflictivo del mundo. Pero con Cristiano no es así. Cristiano es tan adinerado que ya tiene el dinero suficiente para alimentar a todo su árbol genealógico de acá a los próximos 50 años. Cristiano ve una nueva oportunidad de comenzar de nuevo: con una afición que con solo tocar la pelota corea su nombre, el bienestar de su familia y, sobre todo, ser el protagonista. Aunque sea en un país que, a priori, no será una de las ligas más fuertes en un futuro lejano.
Cuando salió la noticia que se iba a Arabia, salió un video a la luz que rápidamente se hizo tendencia. Era Cristiano criticando a Xavi por haber recalado en Qatar. 7 años después la vida le da una nueva lección: no escupas al cielo porque te caerá en la cara. Lo bueno para él es que la vida le da una nueva chance. Una chance para rectificarse como persona y dejar esa imagen del Cristiano siendo una máquina, inmaduro e individualista a un Cristiano maduro y pensando en el colectivo más asemejado a una persona común. Tiene una última oportunidad de ser recordado por tener una buena imagen y para eso debe reconstruir, rediseñar y reclamar el puesto que se merece. No solo como uno de los mejores futbolistas de la historia, sino como uno de los mejores futbolistas en dar un buen ejemplo a las siguientes generaciones.
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