Por Sebastián Guerra
Recientemente, Luis Urruti fue elegido el ganador del premio al “Mejor Jugador del Mes” por el culminado marzo. Ya es muy meritorio de por sí este hecho, pero si tomamos en cuenta todo el camino atravesado por Tito, pues un premio queda corto, a mi humilde parecer.
Dicen que el fútbol es como la vida misma. Unas veces arriba, otras veces abajo. A veces gozas, pero a veces te pega. A veces ganas, pero también pierdes. Si esto es cierto, pues pongámonos a pensar y analizar lo que es la revancha de Tito Urruti, un jugador que fue capaz de transformar la duda y critica por los aplausos y ovaciones.
Conocí a Tito por una entrevista que pude realizarle el año pasado. El motivo de la nota fue conocerlo más como persona y saber su historia para, de esa manera, conocer al jugador. Habitualmente, jugador y persona es como decir personaje y persona, pero con el extremo de origen uruguayo, este no fue el caso.
Imagínense querer ser jugador profesional y que tu mayor fan sea tu papá. Ahora imagínate que tu papá te es arrebatado y ya no puedes abrazarlo. Inmediatamente, te vendrías abajo y, muy probablemente, dejarías todo. Esto le pasó a Tito, pues perdió a su papá y decidió dejar el fútbol. Pasó a dedicarse a trabajar en una estación de servicio de Uruguay. Lo que nosotros llamamos “un grifo”.
Su representante y su familia lo convencieron de seguir su sueño, pues estaban convencidos de que tenía lo suficiente para cumplirlo. Cuando Tito debutó, se cobró una gran revancha con la vida. Fue capaz de levantarse de uno de los más profundos dolores que puede sentir un ser humano: perder a un padre, quien era su fan. Pudo levantarse y como me dijo el en aquella entrevista, pudo empezar a jugar para él. Revancha cumplida. La primera de muchas.
El 2022
Llegó a Universitario tras defender clubes como Peñarol, Cerro, River Plate de Uruguay, etc. Su arribo a tienda crema fue el 2020 y fue de los más regulares, motivo por el cual se fue ganando temporada a temporada su renovación. Lo que muchos no saben es que estos procesos que suelen ser espesos y ásperos, con Tito fueron siempre rápidos y sencillos. En términos económicos, sobre todo, pues es el que suele ser el tema más pesado de hablar una negociación.
La temporada 2022 pintaba genial para el año individual de Urruti. Era, que duda cabe, el mejor jugador del equipo. Terminó las primeras fechas con cinco asistencias, premios al jugador del partido y era el que más desequilibraba. Luis era el jugador más querido por el hincha en las redes, en las calles, en el estadio.
En Villa el Salvador, jugando contra Deportivo Municipal, Tito se rompió el ligamento cruzado de la rodilla. Fue solo, no hubo contacto con algún rival. Lo peor vendría luego, pues al confirmarse la lesión, se tuvo certeza de que había que operar y estaría, por lo menos, seis meses fuera de las canchas. Chau temporada.
Al momento de la lesión, su esposa Florencia le dio el alcance y esperaba ver a su compañero de vida derrumbado emocionalmente, pero ocurrió todo lo contrario. El le dijo que no había porqué llorar, la calmó y le prometió que iba a volver aún mejor de cómo estaba hasta hace instantes. El sabía que tenía que volver a ser el mejor jugador del equipo merengue y tenía claro también que debía mostrarse fuerte para su familia, de quien pudo gozar más estando en casa.
Pidió ser operado en Uruguay con un médico de su confianza y así fue, pero antes de irse dejó un firmado para los hinchas a través de la prensa local: “espérenme para la final”.
La lesión fue un golpe no solo para Tito, sino también para un equipo que nunca le encontró reemplazante en la cancha. Los resultados empezaron a no acompañar y el rendimiento fue bajo. Los hinchas desesperaron, pidieron refuerzos y también la salida de Luis, a quien le llegó un rumor de una posible rescisión de contrato, pero el club lo respaldó y apoyó en todo lo que fue necesario.
Al dolor físico, hay que sumarle ahora el dolor emocional que todo generaba. La familia Urruti la pasó realmente mal con insultos, pedidos de echarlos, dudas del rendimiento a la vuelta. Hay que ser honesto, no todos los hinchas hicieron esto. No fueron pocos tampoco, pero un buen grupo también les mandaba muestras de cariño, abrazos, buenos deseos y eso fue bien recibido y retribuido por el jugador y su entorno.
Con la llegada del 2023 a puertas, Florencia-su esposa-se informó de todo lo relacionado a la naturalización y el trámite a seguir para lograrlo. Fue quien más se movió, solicitó apoyo al club, estudiaba con Tito para los exámenes de historia del Perú, etc. Fue su más grande apoyo. El objetivo era uno solo, que Luis se quede en Universitario y tenga su revancha. Nuevamente las redes se mostraron divididas: unos en pro de esto y otros en contra.
El Don de Gente
Dicen que detrás de un gran hombre, hay una gran mujer. Yo siempre mostré mi repulsión por este mensaje. Creo que, AL LADO de un gran hombre, hay una gran mujer. Tito y Florencia son un matrimonio formado por dos personas increíbles. Son partes de una ONG llamada AMA Perú, están constantemente ayudando a quienes pueden y, aunque no les sobra a ellos nada, lo hacen con el mayor amor posible.
José Guillermo, un pequeño hincha de la U que ya no se encuentra-por desgracia-entre nosotros, es el ahijado de Florencia, quien fue clave para que pueda seguir su tratamiento en el extranjero. Ella, soy testigo, guarda aún un avión de juguete que era de Guillermo y siempre lo lleva consigo. Tito, por su lado, le cumplió el sueño a Josué, un jugador de la división futsal para personas con Síndrome de Down de la U, pero no quedó en eso. Tito se volvió gran amigo de Josué, quien le escribe antes de los partidos y están en contacto, incluso viéndose en entrenamientos.
El círculo de estos uruguayos es reducido, pero con personas que los bancaron en los malos momentos. Pocos saben que su hijo, quien es muy querido por hinchas de la U en las redes, es hincha de la U e hizo al club merengue su favorito. Nadie lo presionó. Sus papás son hinchas de Peñarol y el pequeño escogió-por voluntad propia-a Universitario y canta las canciones del club todo el día.
Seba, Lucía y Luis Miguel Boza son tres personas amigos de Flor y Tito. Luis, quien tiene un parecido impresionante con el atacante, dice lo siguiente: “Me siento afortunado de que un jugador de su nivel y calidad sea amigo mío.”. Miguel es hincha del club desde niño y la vida lo llevó a conocer a Urruti y volverse grandes amigos. Siente y sabe que su amigo juega por y para los hinchas.
Si hay algo en que los tres coinciden es que nunca lo han visto negarse a una foto, saludo o autógrafo. Por más cansado que esté y con todas las ganas que tenga de ir a disfrutar de su familia, siempre les dedica tiempo a los hinchas del club, pues es consciente del nivel de ilusión que eso genera. Sabe que para el es solo un segundo, pero para ellos un recuerdo eterno.
Lucía y Seba mencionan que se quedaron impresionados con algo que sucedió la noche del último partido. Cuando el encuentro había terminado y los jugadores hacen el regenerativo es habitual que las familias bajen y compartan, pero Tito los miró y se refirió a ellos como “su familia”. Su mamá, esposa e hijo ya estaban con él, pero-según el relato de sus amigos, Tito insistió en que los dejaran bajar a ellos también porque “también son su familia”.
Estos tres amigos de Luis se encuentran felices de tener en su vida a quienes consideran grandes personas y están aún más que seguros de que Universitario es su lugar en el mundo. El extremo nacionalizado peruano tiene un mate personalizado con todos los escudos que ha defendido hasta ahora y el pedido de este grupo es el siguiente: “Ojalá la U sea el último escudo allí. No se pueden ir”.
Tito es hoy el goleador del equipo y cambio las dudas por ovaciones. La noche de presentación del plantel, la hinchada merengue coreó su nombre desatando lágrimas en su familia, pero estas lágrimas ya no eran de tristeza, eran de felicidad. Tito y su entorno están seguros de que este es su año. Yo estoy convencido de que el fútbol le debe a Tito, Florencia y su hijo un campeonato.
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