Por José Manuel Quintana
El último viernes pudo definirse prematuramente el campeón del Torneo Apertura. La derrota agónica de Alianza en Arequipa y el triunfo cómodo de Universitario en el Monumental aplazan la definición del campeonato apertura.
Cuando Bernardo Cuesta empujó el balón al arco que defendía Franco Saravia, los jugadores de la ´U´ y la UCV saltaban al gramado del Estadio Monumental. Los hinchas merengues recibían la noticia de que el compadre perdía. De ganar, la distancia volvía a cinco puntos con nueve por jugar. Así pasó.
Un cuadro crema diezmado por las expulsiones en Sullana, salió a jugar en su casa y ante su gente con cuatro ausencias -sensibles en el papel- imperceptibles. El equipo, con Saravia y Guzmán acompañando al argentino Di Benedetto se mostró sólido y compacto en el fondo. El ancla, cada vez menos resistido por la hinchada, ´Fonchi´ Barco reemplazó a Rodrigo Ureña. Por el carril izquierdo, el novel José Bolívar ocupaba el lugar de Nelson Cabanillas.
Hoy por hoy, el cuadro de Jorge Fossati no cuenta con suplentes en el banco de suplentes. Son revulsivos, jugadores que marcan la diferencian y producen un efecto positivo en el equipo.
Universitario encontró a una UCV endeble y dubitativa en defensa. Sin convicción y absorbida en el medio campo. Ysique cometió un yerro garrafal que terminaría con un remate de Valera en el poste del arco que defendía Grados. El delantero empezaba a mostrar las credenciales. Avecinaba la noche aciaga para los poetas con un orate en el mando que no encontró, aunque seguramente le daba vueltas la cabeza, la rebeldía de su equipo.
Era cuestión de tiempo para que Universitario abriera el marcador. Tradicional desborde de Andy Polo y el siempre efectivo pase atrás que encuentra a Emanuel Herrera, el argentino que en dos tiempos ensaya el remate y Grados la rechaza. Pero estaba el héroe de la noche. Ahí, en el área. Álex Valera capturó el rebote y puso el primero del partido y en su cuenta personal.
El equipo de Fossati emana dinámica, agresividad e intensidad. Un pelotazo largo de Di Benedetto que encuentra a Valera y este pivotea y se la deja servida a ´La Maquinaria´ Herrera quien desenvaina un derechazo imposible para el arquero poeta y estampa el 2-0 parcial.
Sin reacción en el equipo contrario, Universitario lucía como el único equipo que se presentó a jugar en el Estadio Monumental. Más por mérito de los locales que supieron suplir las ausencias. Demérito e infortunio el de Vallejo con los laterales, improvisando con centrales en su lugar.
El segundo tiempo fue un festival, un recital de Álex Valera. Otra vez Polo envuelto en el asunto. Clave el carrilero. Enganche dentro del área grande y habilitación para el optimista crema del gol. Zurdazo inapelable y 3-0. Segundo en la cuenta personal y goleada. Por si no era suficiente con dos dianas, Valera marca su tercero y balón a casa. El delantero nacional anotó su segundo triplete en el año y registra 9 goles en campeonato local.
Universitario doblegó a la UCV. Manejó el partido a su ritmo, como se le apetecía a los cremas que estrenaban nueva camiseta. Puede generar resquemor que ese mismo equipo cayó derrotado estoicamente en la casa de quien hoy lidera este primer campeonato del año; sin embargo, la ´U´ lo hizo ver a Vallejo pequeño, un equipo superado de principio a fin.
El triunfo de la ´U´ pone lindo el campeonato. Los dos equipos más populares del país disputan palmo a palmo la punta del torneo. Para evocar el último antecedente me remito al Clausura del 2019. En el fútbol nada acaba hasta que se acaba.
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