Apenas han pasado algunos días de la salida de Guillermo Salas de Alianza Lima y el ambiente sigue realmente movido. Palabras por aquí y otras por allá, hacen de esta situación, una muestra clara que la interna no era “íntima”.
De hecho, si observamos los números y estadísticas, ellas nos dirán que la campaña de “Chicho” fue más que aceptable a nivel de resultados. Pero es evidente que quedó en deuda el funcionamiento de los equipos y la pobre presentación en la Libertadores más allá del triunfo ante Libertad en Paraguay ,que quebró una racha importante de partidos sin ganar.
Lo que mostró el equipo en la Libertadores, en mi opinión, fue una de las principales razones. El equipo que se armó era – para al menos – seguir en Sudamericana. Se pueden hablar de lesiones y muchas (algo apenas aclarado), lo cierto es que el equipo nunca se encontró.
Lógicamente una de las cosas que más se ha criticado de Alianza es que no mostró un juego convincente. Si bien ganó el Apertura y con amplia ventaja, más lo hizo por sus individualidades que por el juego en conjunto. Ya en el Clausura con Cristal y Universitario más armados, quedó en evidencia lo que estamos señalando.
Me viene a la cabeza la frase de Hernán Barcos que señaló: “los técnicos se sacan solos”. Los que seguimos el futbol y alguna vez hemos compartido con algunos entrenadores, saben que no es así. Por eso el fútbol es un juego en conjunto. Claro que es más fácil sacar a un entrenador que a 18 o 20 jugadores, pero el técnico tiene que tener la suficiente capacidad de liderazgo para convencer a su equipo a jugar a un determinado estilo o imprimir su sello distintivo. Y a eso se le tiene que agregar el compromiso que tienen que tener los jugadores por “matar” por su técnico. Lo que hemos visto en las actitudes y declaraciones de algunos jugadores, es que la interna, no andaba bien.
Una de las críticas que debemos hacer también es el trato que recibió Salas para su despido. Se venía hablando desde antes del “Clásico” – con memes incluido – sobre su despedida. Y pese a que no perdió el clásico, todo el domingo se habló de su salida. ¿Acaso alguien de Alianza salió a desmentir?
Nadie, esperaron hasta el lunes al promediar las 8 de la noche para sacar el comunicado. Demasiado tiempo para tanto silencio. José Bellina en la conferencia de prensa pidió disculpas a Salas. Tardó mucho en hacerlo.
Si después del clásico y la decisión estaba tomada, ¿por qué tanta demora? ¿se merecía Salas un trato así? Definitivamente no. Debemos recordar que fue campeón como jugador en 4 ocasiones (2001, 2003, 2005 y 2006), además de los títulos obtenidos como técnico. Además, hay una imagen que el hincha recuerda es aquella de Salas encarando a los directivos en el Estadio Nacional en la triste campaña del 2020.
Nadie seguro podrá decir que Salas no es una persona identificada con Alianza Lima. Lo demostró, pero le faltó experiencia, tal como lo señaló luego de la eliminación de la Libertadores.
El camino es largo, y seguro tendrá su revancha. Por ahora, Alianza necesita de un técnico que no solo le devuelva la mística al equipo, sino el alma y como lo dicen lo hinchas, el corazón.
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