Por Santiago Solari
Si la última vez que Brasil nos ganó en casa, dolió que nos hicieran tantos goles, esta vez nos dolió que haya sido solo uno. Y qué tal la manera en la que llegó ese tanto.
Martes 12 de setiembre del 2023, nuestra selección recibía a la poderosa Brasil, 5 veces campeona mundial, por la fecha 2 de las clasificatorias para la Copa del Mundo 2026. Difícil es no recordar la última vez que la blanquirroja y el “Scratch” estuvieron cara a cara en Lima.
El 2-4 que nos propinó Brasil en nuestra casa vacía por la COVID 19, con un Neymar encendido y un recordado árbitro chileno Julio Bascuñan, que fue el principal protagonista para mal de aquel encuentro, era lo que teníamos en bandeja para un análisis de qué tan distinto podría ser esta vez. Pero estaba clarísimo que ningún peruano quería hablar de ese 13 de octubre de 2020. Se buscaba que la historia en esta ocasión sea diferente. Sumar al menos un punto con Brasil no es fácil, y a Perú se le quemó el empate en la puerta del horno.
Salimos al campo con un esquema de 4-4-2, teniendo en cuenta la suspensión de Advíncula. La oncena titular estaba conformada por: Gallese, Corzo, Tapia, Abram, Trauco, López, Cartagena, Yotún, Polo, Carrillo y Guerrero. La novedad: Tapia de central, tal y como lo hizo en Punta del Este. Lo hizo muy bien, y contra Brasil sería aún mejor.
La poderosa Brasil salía al ruedo con Ederson, Renan Lodi, Marquinhos, Gabriel, Danilo, Bruno Guimaraes, Casemiro, Neymar, Rodrygo Goes, Raphinha y Richarlison. Que tales nombres. Pero el fútbol es un 11 contra 11 donde todo puede pasar.
El reloj marcaba las 9 pm y el balón empezaba a rodar en el Estadio Nacional. Los primeros minutos fueron de un Perú demostrando que estaría bien posicionado todo el partido.
En el minuto 16, Brasil llegó al arco de Perú donde Raphinha terminó anotando, pero para nuestra buena suerte la acción fue invalidada por posición adelantada de Neymar. No subía el gol al marcador.
Perú y Brasil generaron sus propias chances de gol y hubo un ida y vuelta constante. Mucha emoción por ambos lados. Perú era muy combativo. A los 28 minutos, Richarlison puso la ventaja para Brasil con un cabezazo. El delantero aprovechó el centro que llegó desde la derecha. Silencio total en el Nacional. Los hinchas enmudecieron. Pero apareció la luz en medio del túnel: tras una larga espera de 7 minutos, el colegiado argentino Fernando Rapallini coordina con el VAR y anula el gol de Richarlison nuevamente por posición adelantada. Este gol invalidado se celebró como un gol por las cuatro tribunas.
El primer tiempo transcurrió y tras 7 minutos adicionales nos íbamos al descanso. Era un buen paso irse al descanso sin el marcador en contra ante Brasil.
Estaba a punto de comenzar el segundo tiempo y Reynoso mandó al campo a Joao Grimaldo, quien hacía su debut absoluto con la selección peruana y justamente en que partido. Entró por Polo que hizo un aceptable primer tiempo.
La segunda parte fue igual de intensa que la primera y empezaron los cambios. Fernando Diniz dio entrada a Gabriel Jesús por Richarlison, para refrescar su ataque. Por parte de Perú, ingresaba Jesús Castillo por el amonestado Wilder Cartagena que también cumplió.
Pero a los 78 minutos llegó el cambió que sorprendió a propios y extraños: Juan Reynoso sacó a André Carrillo, de muy buen partido siendo el que más conservaba el balón en Perú, por Raul Ruidiaz. Fue de asombro este cambio, ¿qué se pensó hacer?
El partido entraba en su recta final y por lado de Brasil hubieron otros cambios donde entraron Martinelli, Vanderson y Joelinton. Diniz jugaba sus cartas para llevarse los 3 puntos de Lima tras un partido muy esforzado por los nuestros.
Pero a los 90 minutos llegó lo que dolería más que cualquier cosa: un cabezazo de Marquinhos tras centro de Neymar, donde Ruidiaz no llegó a alcanzar al defensa del PSG, vencía a Pedro Gallese y decretaba el 1-0 a favor de la selección brasileña. Y claro, la tristeza abundó en cada hincha presente en el estadio. Luego de 90 minutos de esfuerzo y concentración, el empate contra Brasil se nos escapó en una pelota parada en prácticamente los descuentos.
Llegó el pitazo final, tras muy poco de que llegara el gol y nos decía que Brasil cumplía con los pronósticos de muchos y derrotaba a Perú en Lima. La amargura peruana era evidente, expresada por el mismo capitán, Paolo Guerrero, que declarando expresó sus malas sensaciones tras esta derrota al final y que hicieron un gran partido.
Post partido también, Juan Reynoso nos dejó unas palabras como para seguir hablando de lo que pudo ser el momento declive del partido: «pensado que Raúl (Ruidíaz) vaya al primer palo, como lo hace en su club, y Paolo vaya al punto de penal porque ahí estaban haciendo daño. La responsabilidad es de quien habla».
Mucho se puede hablar del motivo por el cual dejamos escapar un punto de oro en casa teniendo en cuenta que así nomás una selección no le roba puntos a Brasil. La realidad es que esta derrota nos deja, tras solo dos fechas jugadas, en zona de repechaje y muy buenas sensaciones de nuestros jugadores que dejaron todo contra la pentacampeona mundial. Sensaciones de que podemos sumar con cualquier rival y donde sea. Es triste pensar que quizás ahorita pudiésemos estar hablando de un empate colosal, pero siempre toca pasar página tras este episodio. Nuestra mira y próxima parada están en Chile y contra Argentina en Lima en el mes de octubre. Hoy nadamos y nadamos pero nos ahogamos en la orilla del mar. El valor y coraje de la bicolor mostrado hoy es de reconocer. A levantarnos de esta derrota y a volver más fuertes.
Nos vemos hasta nuestra próxima parada, en un mes, querida selección.
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