Por Juan Camilo Ochoa
El maestro Óscar Washington Tabárez, a sus 74 años, ha sido relegado de su cargo como seleccionador de Uruguay. Tras 15 años al mando de los charrúas, el legendario técnico uruguayo con pasado en Peñarol, Boca y Milán deja a la selección de Suárez y Cavani sexta a un punto de repechaje y con una evidente crisis futbolística.
“No, porque yo soy un profesional de esto, tengo contrato y ahí dice todo lo que tengo que hacer. Ese tipo de decisiones se toman a otro nivel y se respetarán como se hace siempre, porque no sé quién me puede exigir eso a mí, sobre todo después del tiempo de trabajo que yo estuve acá, no considero irme tirando la toalla, no quiero hablar más porque voy a decir algo de más”, esas fueron las palabras de Tabárez luego de la dolorosa derrota por 3 a 0 ante Bolivia en La Paz, lastimado por las voces que pedían su salida, pero dispuesto a acabar su ciclo de la mejor manera.
Sin embargo, la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF) decidió tirar la toalla con él. Qué ingrato es el fútbol que, a un técnico con más de 200 partidos con tu selección, 222 para ser exactos, una Copa América y un cuarto puesto en el Mundial, se le bote de su cargo sin siquiera poder pelear hasta el último para llevar a su querida Uruguay al Mundial a falta de cuatro fechas.
El legado Tabárez
Óscar Washington Tabárez no solo ostenta el récord de ser el técnico con más partidos dirigidos con una selección, sino que es el técnico que más mundiales dirigió con un mismo combinado con cuatro presencias (1990,2010,2014 y 2018), récord que comparte con Helmut Schön (Alemania) y Walter Winterbottom (Inglaterra).
En sus 222 partidas al mando de los charrúas, acumula más de 100 victorias, de las cuáles 10 han sido en Copas del Mundo. Además, logró devolver a Uruguay, un país con apenas 3 millones de habitantes, a la elite de fútbol Mundial. Las palabras de agradecimiento de Luis Suárez y Edison Cavani no dejan más en evidencia lo importante que ha sido el técnico de 74 años para el fútbol uruguayo.
Otro dato impresionante y que deja en evidencia lo complicado que es mantenerse al mando de un combinado nacional es que durante los 15 años que Tabárez dirigió a Uruguay han desfilado 77 técnicos por las demás selecciones de Sudamérica, en el caso de Perú, 7 técnicos han pasado por el banquillo peruano desde Franco Navarro en 2006 hasta llegar a Ricardo Gareca.
El problema de Uruguay
El estilo de fútbol que practicaba Óscar Tabárez con Uruguay, era con una solida defensa muy fuerte en el juego aéreo y letal al momento de aprovechar sus oportunidades de anotar. Su formación favorita era el 4-3-1-2 con dos puntas que se complementan para el ataque, puesto que han ocupado jugadores importantísimos para la historia de Uruguay como Suárez, Cavani, Forlán y Abreu.
Si bien los éxitos no han sido ajenos para la época, muchos de las quejas hacia el técnico charrúa es su conformismo y no poder haber conseguido más logros deportivos con una generación dorada de futbolistas uruguayos liderados por Godín (35 años), Suárez (34 años) y Cavani (34 años).
El principal problema fue el paso del tiempo, su estilo de fútbol fue quedándose atrás y empezó a ser superados en intensidad y calidad por rivales directos como Argentina y Brasil. Además, no supo cómo aprovechar el talento joven emergente. Jugadores como el colchonero Giménez(26 años), el blaugrana Ronald Araújo (22 años), el madridista Fede Valverde (23 años), el juventino Bentancur (24 años), De Arrascaeta (27 años), De la Cruz (24 años) y Darwin Núñez (22 años) no fueron aprovechados de la mejor manera durante la época Washington Òscar Tabárez.
Lo que queda claro es que Uruguay como selección se encuentra en un estado crítico, ya que a falta de 4 fechas para finalizar las eliminatorias se encuentran fuera de la cita mundialista y ahora ya no cuentan con su estratega. Muchos nombres se empiezan a barajar en búsqueda de su reemplazo, siendo el favorito el argentino Marcelo Gallardo. En el próximo partido, Uruguay visita a Paraguay en Asunción, siendo así el comienzo de una nueva era para el combinado charrúa tanto para bien como para mal.
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