Por Martín González
A pesar de que en el Perú hay pocos deportes que levanten tantas pasiones y sentimientos como el fútbol, hay uno que, a pesar de las distancias, ha logrado regalarle al pueblo momentos realmente icónicos. Estamos hablando del Vóley peruano, aquel deporte que es introducido en el lejano 1911, en pleno gobierno dictatorial y gracias a que Augusto B. Leguía contratara a educadores norteamericanos que practicaban este pasatiempo. Cuando el vóley se vuelve un tema de conversación, no necesariamente lo es por el histórico subcampeonato de Seúl 1988, o por los 12 campeonatos sudamericanos ganados, sino por el impacto tanto deportivo como social que les permitió decir con orgullo a los peruanos que su selección podía ser protagonista en lo que se propusiese. Sin embargo, y como en casi todos los ámbitos de la vida, el mal manejo, tanto deportivo como dirigencial, producto del conformismo, de la ineptitud y de los intereses propios, ha desembocado en la realidad que se vive hoy en día: La crisis económica podría suponer la desafiliación internacional de la federación peruana de vóley. Es por ello que en el presente artículo analizaremos el declive del vóley en el Perú, así como también cuales fueron las causas.
En la madrugada del 29 de setiembre de 1988, las popularmente conocidas como “matadorcitas” le regalaban al pueblo peruano uno de las hazañas más importantes y comentadas del deporte nacional: la medalla de plata en los Juegos Olímpicos. Brasil, China, Estados Unidos, Japón. Todos esos grandes conjuntos, entre los cuales estaba incluso, el vigente campeón tanto del mundial como los mismos juegos, fueron vencidos por la blanquirroja. Aquella historia, con Cecilia Tait, Gabriela Pérez, Gina Torrealva, Natalia Málaga como protagonistas, dieron pie a una de las crónicas más importantes en la historia del deporte nacional. Sin embargo, a más de 30 años de la década más gloriosa del vóley nacional, pareciera que solo quedan las ruinas de lo que alguna vez fueron los cimientos para un futuro prometedor. Esto fue justamente lo que evidenció el cuadrangular clasificatorio rumbo a los Juegos Olímpicos Tokio 2020 (posteriormente 2021), en el que la selección al mando del sevillano, Francisco Hervás, pasó sin pena ni gloria luego de caer notoriamente derrotado y superado frente a las escuadras de Argentina, Colombia y hasta incluso Venezuela. En esta triste participación, Perú no fue capaz de ganar ni un solo set, hecho que evidencia que hay algo, tanto interno como externo que está fallando, pues esto ya es una constante de las últimas década.
¿Falta de preparación? ¿Entrenadores sin experiencia? ¿Jugadores sin el nivel para representar a Perú? Estas son algunas de las principales preguntas que genera nuestro pensamiento concreto al analizar la situación desde una mirada de espectador. Sin embargo, para analizar la causa de este declive es necesario un trabajo periodístico bastante riguroso. Entonces para comenzar, podríamos trazar como punto de inicio el nuevo siglo, el año 2000. Ahí un error jurídico llevó a la inhabilitación de participación en los torneos internacionales por los próximos 3 años. Esto se dio luego de que el director de la Federación Peruana de Voleibol se negara a convocar elecciones, por lo que, ante su negativa, las ligas distritales se unieron para nombrar a otra persona. Esto incluso llegó a ser aprobado por el IPD, sin embargo, la Federación Internacional de Voleibol (FIVB) desconoció esta decisión.
Con respecto a lo sucedido, les hago la pregunta ¿no les suena similar a otros casos más cercanos? Tal vez a uno que se juega con el balón en los pies, y que, en cierta parte, los errores dirigenciales y sus colindantes, nos alejaron por más de 30 años de la Copa del Mundo. Esto afirma mi teoría, la cual plantea que todo esto sucede principalmente por un tema de valores, los cuales pareciera que cada año se pierden más y más. Continuando con los sucesos del nuevo milenio, hay participaciones en competencias internacionales que prueban que las jugadoras peruanas jamás perdieron el talento, sino que fueron otros los que evidenciaron un trémulo liderazgo y gestión. El campeonato sudamericano del 2005, la aceptable participación en el mundial del 2006, y la clasificación al mundial de menores en 2007 dejaron en evidencia lo que declaró una seleccionada brasileña luego del triunfo de Perú sobre Cuba en los Juegos Panamericanos del 2007. Ella dijo que Perú es similar a un león dormido, pues cuando despierta puede llegar a niveles bastante inesperados en su rendimiento físico y anímico. Sobre el estado anímico, se puede explicar su importancia a través de la fisiología. Tuve el gusto de entrevistar hace poco tiempo al psicólogo Ernesto Izquierdo, quien me mencionó que cuando uno se encuentra feliz, o lleno de confianza, produce neurotransmisores como la dopamina, la cual eleva y fortalece los músculos implicados en el deporte que se practique. Lamentablemente, todo esto debe ir de la mano con la adecuada preparación táctica, técnica, y física. Y digo lamentablemente porque a excepción de Natalia Málaga, la gran mayoría de entrenadores han tenido un paso sin pena ni gloria, y mucho menos con un indicio de un proyecto deportivo a mediano o largo plazo.
La crisis que se vive dentro de los coliseos es un claro reflejo de lo que se vive fuera de ellos, de lo que se vive en las oficinas, pues la Federación Peruana de Vóley está seriamente comprometida con la desafiliación internacional por las deudas pendientes. El presidente de esta polémica entidad, Gino Vegas, declaró ante Indecopi que se encuentran en proceso de quiebra. Según lo que él relata, a su llegada la deuda ya ascendía los 2,5 millones de soles, y que, durante el último mayo transcurrido, el banco retuvo las cuentas privadas hasta en 750 mil soles. Todas estas enormes cifras se deben a graves errores financieros del pasado, ya que unas de las deudas más grandes y más antiguas tienen origen en 1991, con el arquitecto Cesar Díaz, quien fue aquel que reparó los techos del Coliseo del Gran Chimú y del Coliseo Dibós. Esta deuda, al no ser cancelada a su debido tiempo, además de los intereses altísimos, ascendieron estrepitosamente hasta convertirse en una de 7,5 millones para el año 2018. Y este no es el único caso, pues incluso rescisiones de contrato, que evidentemente vienen acompañadas de penalidades, han acrecentado la deuda.
Como mencione con anterioridad, ¿no le viene a la mente otros casos en diversos deportes? Quizá para aquel fanático de Universitario de Deportes que conozca las acreencias, deudas concursales y corrientes, pueda entender perfectamente el nivel de negligencia en el cual han estado inmersos los directivos. Así también queda en evidencia un problema social bastante clásico en territorio peruano, el cual es la falta de profesionalismo con el deporte.
Desafortunadamente, en el Perú, y también en otros lugares de Latinoamérica, el deporte es visto como una acción frívola y banal, que carece de profesionales y que cualquier ser humano con conocimientos empíricos pueda resolver. Cosa que es totalmente falso. Para cerrar el texto, me veo en la obligación de informarle al lector que, para solucionar los problemas deportivos y extradeportivos, no basta con traer al entrenador más caro, o intensificar el trabajo de las voleibolistas, sino que es sumamente necesario que las malas intenciones, así como aquel clásico deseo por que prevalezca el interés propio sean correctamente sancionadas. Ahí es donde entra a tallar el riguroso trabajo periodístico. Al igual que en otras disciplinas, los malos momentos muchas veces son tapados por deportistas geniales, espontáneos y con la capacidad de captar a la opinión pública con su talento. Esa descripción calzaba a la perfección con “Las matadoras”. Voleibolistas de profesión, pero campeonas por elección. Mientras esperamos una nueva camada de campeonas, es necesario ordenar la casa, y no solo un sector de ella.
jaime silva dice
ver https://es.frwiki.wiki/wiki/Volley-ball_f%C3%A9minin_aux_Jeux_panam%C3%A9ricains_de_2007
Aquí se muestra que Perú perdió frente a Cuba por 3 – 0; el comentario del artículo indica lo contrario. Es el único resultado que encontré, algo está errado. Si tienen alguna página oficial de los resultados agradeceré me la envien.