Por Sebastián Guerra
Desde muy niño me inculcaron que mucho más importante que ser buen profesional es ser una buena persona. Desde muy pequeño supe que el mundo del fútbol era de códigos y valores aparte; un lugar en el cual sobrevive el más fuerte y- muchas veces-el que solo mira por el mismo.
En el fútbol peruano, siempre manejado por personas poco serias, el resultado es un torneo e instituciones que nunca dejan de sorprendernos, pues parece que se son tan desprolijas que aún esforzándose no podrían hacer algo peor que ahora.
En esa misma línea de criollada e improvisación se encontraba la institución deportiva más grande del país; Universitario de Deportes. El más veces campeón del fútbol peruano y dueño de una infraestructura deportiva para envidiar, estuvo en los últimos años manejada por personas poco serias. Además, como entrenador, los últimos recuerdos son de técnicos que sobresalían más por el papel de bravucones y con cero autocríticas. Todo esto hasta que llegó él: Gregorio Pérez.
“Para ser hincha de la «U» hay que ser de bien”, dijo Lolo Fernández. “Para entrar en este vestuario hay que merecerlo”, dice la pintura sobre la puerta del camerino principal en el estadio Monumental. Esto lo podemos resumir en que no cualquier persona puede jugar en la «U» y mucho menos dirigirlo. Aparte de estar capacitado para el cargo, igual de importante es cumplir a cabalidad estos principios y valores.
Hace poco tiempo pude entrevistar a Jean Ferrari, quien es hoy el administrador de la «U». Me comentó que traer a Gregorio fue una apuesta y que un gran sector de la prensa e hinchas se le fueron encima cuando decidió contratarlo allá por el 2020. “Gregorio se ganó a todos en solo una entrevista”, me dijo Jean. En ese momento él sabía que iba a funcionar la apuesta y así sucedió. El equipo competía y todos estaban encandilados con la humanidad que derrochaba Gregorio Pérez, quien fue cesado a los meses por la administración temporal que tomaría el club luego.
En ese tiempo, los resultados deportivos no acompañaron al equipo, pues perdieron la final del 2020 ante Sporting Cristal y el papel en la Copa Libertadores fue vergonzoso para lo que significa la historia de una institución tan grande como la U. Además, los hinchas y parte de la prensa estaban cansados de las actitudes matonescas del entrenador de turno.
Jean Ferrari tomó la administración del club en agosto del 2021 y la primera medida fue volver a contratar a Gregorio Pérez a cargo del primer equipo. El equipo logró 7 victorias en 8 partidos y se colocó como Perú 3. El experimentado técnico uruguayo le devolvió la memoria y la competitividad al equipo, pero más que eso, le devolvió al hincha su identificación con el equipo. Meses antes a su llegada, el clima que vivían los hinchas de Universitario era de incertidumbre y pesar con su equipo. Un equipo al que siempre amaron y alentaron en los malos momentos, pero que no los representaba de manera correcta y que no daba las alegrías a los que tan acostumbrados estaban.
Gregorio Pérez le devolvió la ilusión al hincha y a los jugadores, quienes siempre defendieron al buen Don Gregorio y dieron la cara por el en la cancha y la tribuna, aunque esa tribuna tuvo que ser desde casa y las redes sociales, pues la pandemia así lo demandaba. Se esperaba que este 2022, la nueva versión de la U comandada por “Goyo” de que hablar, pero lamentablemente por motivos de salud y del destino, el buen estratega uruguayo dejó el cargo de entrenador.
Inmediatamente la respuesta del hincha fue de mensajes de aliento hacia el entrenador. El hincha y el planeta crema le retribuyeron a Gregorio Pérez todo lo que les dio. No se trata de campeonatos, pues no es la única manera de entrar en la historia de un club como la «U». Lo más importante es ser una buena persona y dejar un legado, una herencia, una huella que quede para siempre grabada en el club y la memoria de los hinchas.
Lolo Fernández dejó huella, el Puma Carranza dejó huella y Gregorio Pérez también dejó huella. El legado que deja el buen “Goyo” está resumido en la primera frase que lanzó a su llegada al Perú en el 2020: “Venimos a vivir para la U y no de la U”.
Gracias Don Gregorio por venir al futbol peruano a sumar y enseñar desde un ejemplo. Hace unos días, el reconocido periodista deportivo Ricardo Montoya colocó en su twitter una foto con un breve verso que decía: “Es casi ley, los amores eternos son los más breves” y lo acompañó con una descripción que dice “La U y Don Gregorio. Don Gregorio y la U” y es que el romance entre ambos fue de dos etapas muy breves, pero eternas a la vez, pues ambas partes se hicieron más grandes de lo que ya eran.
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