Por Fernando De La Rosa
Es 2022, pero, aun así, hay 3 nombres en el tenis que se mantienen. Uno de ellos, nacido en Basilea, Suiza, y tenista profesional desde hace 24 años; el otro, un español que compite hace 20 años; y el último, criado en la capital de Serbia y profesional hace 17 años. En la actualidad, sus edades son 40, 36 y 35 años, respectivamente, y es posible que, si practicaran otro deporte, su nivel a esta edad sea mucho menor, e incluso hayan optado por el retiro. Son, simplemente, el Big Three.
Roger Federer, Rafael Nadal y Novak Djokovic, descritos así no por orden de superioridad deportiva, sino por criterios cronológicos, deben ser los 3 tenistas más exitosos en la historia de este deporte. Por un lado, los fanáticos lo piensan así, pues siempre son apoyados por el público en los torneos que participen, al punto de hacer ruido para demostrar su aliento y tener que ser silenciados por el umpire. Por otro lado, las estadísticas los avalan: basta con decir que en toda la historia de los 4 Grand Slams, los torneos más importantes del tenis en cada temporada, Nadal ganó 22 títulos, Federer y Djokovic 20, cifras que están muy lejos, de hecho, inalcanzables, para los más cercanos en la lista, como Pete Sampras, Roy Emerson, Bjorn Borg, André Agassi, Rod Laver y Jimmy Connors. Todos retirados, y, por ende, imposibilitados de alcanzar dichos números. El más cercano y vigente en la lista es el británico Andy Murray, pero con 3 títulos.
Con los argumentos puestos sobre la mesa, en la que se expone la superioridad del Big Three sobre el resto de tenistas antiguos y actuales, un detalle a considerar es el mencionado al inicio de este texto, la edad, y un detalle no menor: están disputando sus últimas temporadas como deportistas, o al menos así parece en el caso de Federer, quien no compite desde julio del 2021. Se sabe que las lesiones son “gajes del oficio” y, lamentablemente para los aficionados, algún día, y más pronto que tarde por sus años, los tres tendrán que dar un paso al costado, ya sea porque así lo decidieron o porque se vieron impulsados a hacerlo por cuestiones naturales o biológicas. Por ello, en los extenistas, prensa especializada, aficionados y toda persona ligada al deporte que conozca, al menos, un poco de tenis, la pregunta que surge es: ¿qué hay luego del Big Three?
En el fútbol, formular esta pregunta equivaldría a plantearse un mundo sin Lionel Messi y Cristiano Ronaldo. Y es que cuesta imaginarse al deporte del balompié sin ellos. Aunque hayan surgido futbolistas desde los años en que se hicieron conocidos el argentino y el portugués, a partir del 2005 posiblemente, hasta el día de hoy, no será fácil ver fútbol y recordarlos cuando estos se retiren, y pensar en que ya no volverán a jugar es algo difícil de creer. En la actualidad, un francés llamado Kylian Mbappé y un noruego que responde al nombre de Erling Haaland, se asoman como los próximos abanderados del “deporte rey”, pero, aun así, hoy son opacados por “Leo” y “CR7”, y seguramente lo serán hasta que estos se retiren, pues la atención del mundo se dirige a estos últimos sin lugar a duda.
Federer, Nadal y Djokovic podrían ser el símil de Messi y Cristiano Ronaldo. Cada uno en lo que más sabe hacer. Los títulos obtenidos por cada uno de ellos los convierten en personajes icónicos del tenis y el fútbol, respectivamente. Aunque los tres primeros hayan llenado su palmarés de premios individuales y los dos siguientes más de premios colectivos, algo en que sí coinciden todos es en la edad que tienen: El retiro se acerca, pero, por el momento, queda disfrutar de cada uno de sus partidos.
Disfrutar, cuyo significado es de “percibir o gozar los productos y utilidades de algo”, según la Real Academia Española, es un término que empleó Rafael Nadal en una de las entrevistas que le hicieron luego de un partido en Roland Garros 2022. “Voy a disfrutar del momento”, dijo el manacorí. Y no es para menos. En esta edición, ganó por 14° vez el Abierto de Francia, tras vencer al noruego Casper Ruud por un marcador que denota facilidad en el trámite del partido, ya que fue por 6-3, 6-3 y 6-0. El mérito de ganar 22 Grand Slams y otros 70 títulos ATP, es mayor cuando se recuerda que, al iniciar su carrera, “Rafa” fue diagnosticado de un síndrome en el pie izquierdo que le produce una deformación en el hueso del escafoides tarsiano.
Este mal, denominado síndrome de Müller-Weiss y cuya característica es la de ser una enfermedad degenerativa, le genera un dolor que ha empezado a aquejar desde hace unos años, y tanta debe ser la molestia en el pasado reciente que el español, antes de la final de Roland Garros contra Ruud, expresó que “preferiría perder la final y tener un pie nuevo”. Podría calificar como increíble que, con las molestias que arrastra Nadal desde hace años, se siga imponiendo a rivales del top 10 o 20 del circuito en la mayoría de veces, y ello despierta admiración y elogios de muchos tenistas, como se lo hizo saber Roger Federer mediante llamada telefónica después del partido.
“Su Majestad”, el apodo con el que algunos llaman al suizo, paradójicamente, también atraviesa una lesión seria, pero esta, comparado a Nadal, sí lo obligó a dejar las canchas. Se han cumplido 11 meses y un par de semanas desde la última vez que Federer pisó un campo de tenis, desde aquella derrota en cuartos de final de Wimbledon 2021 contra el polaco Hubert Hurkacz. Una lesión a la rodilla derecha, la cual ya había sido operada en dos ocasiones antes de este torneo, le pasó factura con el paso de los días en suelo inglés. Para este duelo con Hurkacz, Roger lo intentó hasta el 2 set, en el que cayó 6-7, y luego, en el tercer set, la molestia habrá sido mayor, pues perdió por 0-6, resultado que lo eliminó del cuadro principal. Desde esa vez, y salvo una que otra declaración a los medios, no se sabe cuándo retornará Federer al tenis.
De quien sí se sabe su futuro en el corto plazo es de Novak Djokovic. Aunque el serbio, por el momento, no ha dado señales de padecer alguna lesión que lo lleven a alejarse de las canchas por un tiempo, ha tenido unos meses un poco intensos en lo deportivo y mental. Cerró el 2021 de manera irregular, dado que cayó en su lucha por obtener el Golden Slam, mención que recibe un tenista al ganar los 4 Grand Slams en un mismo año y la medalla de oro en los Juegos Olímpicos. Tras ganar los 3 primeros GS del año y la medalla de oro en Tokio 2020, aunque este se realizó en 2021, Djokovic perdió la final del US Open 2021, el último que le faltaba para ganar dicho reconocimiento; y, por si fuera poco, no disputó el Abierto de Australia 2022 por no cumplir con las normativas de ingreso al país oceánico. Luego, perdió los 5 siguientes torneos ATP, algo raro si se trata de “Nole”. Y, finalmente, la gota que pudo haber colmado el vaso fue perder en cuartos de final de Roland Garros 2022 contra un rival de toda la vida: Rafael Nadal.
Los próximos Grand Slams son Wimbledon y el Abierto de Estados Unidos, y Novak Djokovic buscará ganar los dos, o al menos alguno de estos, para evitar dejar en blanco su registro de Grand Slams en este 2022. No obstante, el inconveniente aparece en el último torneo. El motivo por el que no pudo defender su corona en el Australian Open 2022 fue porque no se vacunó contra el COVID-19, y para ingresar al país se debió demostrar que la persona tiene la vacunación completa. Para la edición del US Open 2022, el sistema es igual, y Djokovic no parece dar su brazo a torcer con respecto a la vacuna. Días antes para el primer GS del año, algunos tenistas se manifestaron sobre este acontecimiento, y muchos incidían en esa frase de “las reglas son para todos”. En medio de todo este caos, Djokovic dio algunas declaraciones, en las que dejaba entrever su desgaste mental y emocional por todo lo vivido en los primeros meses del año, debido a los temas extradeportivos. Aun así, Novak Djokovic es candidato para ganar cualquier torneo en que él participe.
No en vano, Djokovic y Nadal, y Federer si está en óptimas condiciones, siempre se perfilan como los claros favoritos en cada torneo. Así vengan en una racha negativa, los demás tenistas saben de las grandes posibilidades de vencer del Big Three. Sin embargo, hay un grupo de tenistas que, en más de una ocasión, han ido contra las probabilidades y consiguieron eliminar a estos tres en escenarios tan imponentes como el Rod Laver Arena, el Philippe Chatrier o el Artur Ashe Stadium.
Conocida por algunos como la “Next Gen”, la generación compuesta por Daniil Medvedev, Alexander Zverev o Stefanos Tsitsipas, lleva algunos años en la élite de este deporte. Así, también es menester mencionar a Dominic Thiem, aunque tenga más años que los primeros en el circuito profesional. Todos, con una media de 24 o 25 años, 28 en el caso de Thiem, saben lo que es disputar una final de un Grand Slam. Campeonar en este contexto es un escalón que solo alcanzaron Thiem y Medvedev, aunque solo fue Daniil quien le ganó a un miembro del Big Three. De todas formas, el mérito de posicionarse en el top 5 del ranking ATP es una hazaña, por el hecho de estar al nivel de Nadal o Djokovic, o al menos en cuanto a números se refiere.
En cuanto al juego, todos estos “nuevos” tenistas trajeron al circuito formas distintas y efectivas de jugar, dado que ya han ganado algunos torneos de prestigio en diversas temporadas. En primer lugar, el griego Stefanos Tsitsipas, de la mano de su entrenador y padre, Apostolos Tsitsipas, y fiel a su revés con una sola mano, la derecha, lo llevaron a participar de una final de Roland Garros contra Novak Djokovic en 2021, y habiendo ganado los dos primeros sets, pero terminó perdiendo los tres siguientes y, finalmente, el partido por el título. Otros premios como el ATP World Tour Finals en 2019 o la obtención del Masters 1000 de Montecarlo en las ediciones 2021 y 2022, son sus títulos más importantes en los 7 años que lleva como profesional.
Dominic Thiem, austriaco de nacimiento, no se queda atrás. Ganó un Grand Slam, el US Open 2020 contra el alemán Alexander Zverev, aunque, sin quitarle mérito alguno, no se enfrentó a ninguno del Big Three. Sin embargo, sí estuvieron presente, pero solo Djokovic. Lo curioso es que fue eliminado por tirarle un pelotazo en el rostro a una ayudante de campo, lo cual conllevó a que el umpire determine la descalificación inmediata del serbio. Ese fue el único GS ganado por Thiem, sin dejar de mencionar las otras tres finales que jugó: dos de Roland Garros y una en Australia, pero todas con saldo negativo.
Precisamente, Alexander Zverev es otro tenista establecido en los primeros puestos del ranking. Llegó a una sola final en Grand Slams, la de Estados Unidos en 2020; y alcanzó 4 semifinales en todos los GS, excepto en Wimbledon, torneo que no se le da bien a “Sascha”. Tampoco le sienta bien enfrentar a los mejores del circuito ATP, dado que, en 2022, obtuvo su primera victoria contra rivales top 10 en Grand Slams, luego de haber fallado en 11 ocasiones.
El más galardonado de este grupo, pero sin acercarse en absoluto al Big Three, es el ruso Daniil Medvedev. Campeón de US Open 2021 ante Djokovic, tres finales de GS, ganador del ATP World Tour Finals 2020, 4 Masters 1000 y campeón de la Copa Davis con Rusia en 2021, son sus logros más destacados en la carrera de Daniil. Una vez más, el mérito está en conseguir todos estos premios en una época en que, para ganar títulos, se debe eliminar a Nadal, Djokovic o Federer.
A todos ellos, les siguen una serie de tenistas como los canadienses Denis Shapovalov y Félix Auger-Aliassime, los italianos Mateo Berrettini y Jannik Sinner, y el más reciente, y más joven, Carlos Alcaraz. Todos, con algunos Masters 1000, torneos ATP 500 o 250 ganados, unos más y otros menos, pero, sin duda, son tenistas competitivos y nada fáciles para los primeros en el ranking ATP.
Queda claro que las estadísticas, la opinión de la prensa, extenistas y el apoyo de los aficionados siguen estando de lado del Big Three. Los premios ATP consecutivos de Federer como el tenista favorito del público, los típicos “Rafa, Rafa” que se escuchan en las gradas ante cada partido del español, así como los “Nole, Nole” durante los partidos de Djokovic, sostienen esta teoría desde la perspectiva de los fanáticos; mientras que, por el lado de la prensa, frases como las que emite el comentarista Luis Alfredo Álvarez de ESPN como “No hay nadie más grande que Roger Federer” o “La fiera está suelta en el patio de su casa”, haciendo referencia a Nadal en suelo parisino, lo refuerzan.
También se debe recalcar que sus carreras están entrando en una curva descendente, no porque su juego haya decaído, porque siguen siendo capaces de sobreponerse a partidos de máxima dificultad, de 5 sets y con más de 4 o 5 horas, sino porque las edades de Federer, Nadal y Djokovic son años en que, usualmente, los deportistas deciden dejar el deporte, para que este no los deje a ellos. Es decir, que su nivel sea el mejor hasta donde ellos sientan que pueden, y no mostrar un nivel bajo producto de la edad, pues los años no pasan en vano.
Y, por último, queda claro que, así se simpatice con alguno de estos tres, todos deben disfrutar del talento y habilidad que poseen Federer, Nadal y Djokovic. Podrán salir nuevos tenistas, mejores en las estadísticas incluso, pero los enfrentamientos entre sí perdurarán en la memoria del público, como la final de Wimbledon 2008 de 4 horas y 48 minutos entre Federer y Nadal, catalogado por muchos como “el mejor partido de la historia”, o, también, la final de Wimbledon 2019 entre Djokovic y Federer, y el famoso doble match point que tuvo el suizo, el cual nunca pudo concretar. Al final, cada uno tuvo momentos que quedarán grabados e inmortalizados en la historia de este deporte. Empero, se espera que sigan ocurriendo más de estas escenas épicas en el tenis y, por qué no, seguir escuchando a José Luis “Batata” Clerc y su clásico “¡Qué lindo!” ante cada punto, valga la redundancia, lindo; y si estos se dan a través de los brazos de cualquiera del Big Three, mejor.
Deja una respuesta