Por Joaquín Niño De Guzmán
Hablar de béisbol sin mencionar a los Yankees es un pecado. El equipo más laureado de la historia de este deporte tiene una carta de presentación majestuosa: 27 series mundiales conquistadas a lo largo de sus 121 años de existencia, siendo el cuadro con más Clásicos de Otoño ganados. Los jugadores que han pasado por el equipo del Bronx también resaltan el prestigio de la institución: nombres como Joe DiMaggio, Yogi Berra, Reggie Jackson, Billy Martin, Mickey Mantle, Lou Gehrig, Derek Jeter, Mariano Rivera, Andy Pettitte, entre otros, pero el más influyente e icónico de todos es, sin lugar a duda, Babe Ruth. El Lionel Messi o el Cristiano Ronaldo de los Yankees los ayudó a conseguir sus primeras cuatro series mundiales y fue el primero que lideró un camino de gloria en el equipo estadounidense.
La historia del equipo ganador por excelencia a través de sus beisbolistas me resultó un tema muy particular del cual hablar, pues, aunque todo lo anterior sea cierto, el cuadro neoyorquino más popular no atraviesa una buena racha, algo inédito si uno se refiere a este como el mejor equipo que ha existido. Sin embargo, lo que me llamó la atención fueron sus figuras anteriormente mencionadas, lo que verdaderamente significa vestir la camiseta de los Yankees. Aquella sensación evoca a clubes históricos de otras disciplinas como los Lakers en el baloncesto, el Real Madrid en el fútbol o los Patriots en el fútbol americano. Sin embargo, como he mencionado, me resulta impresionante que los Yankees no hayan podido ganar la serie mundial desde la última vez que lo hicieron en 2009. 13 años de larga espera para los aficionados, 15 de 1962 a 1977 o incluso 18 de 1978 a 1996. Por si no fuera poco, el dato demoledor que a primera vista es impactante es el siguiente: de 1923 a 1962 ganaron 20 series mundiales, es decir, el 74.07% de sus trofeos, mientras que de 1963 hasta la fecha han conquistado 7, en otras palabras, el 25.93%. Evidentemente, esto genera mucha intriga y curiosidad, derivando en las siguientes preguntas: ¿qué fue lo que pasó con los Yankees? ¿A qué se debe esta mala racha que, como el equipo más grande, están enfrentando? ¿Dejaron la vara muy alta o progresivamente entró en declive?
A lo largo de su historia, se puede apreciar como ciertos beisbolistas contribuyeron al éxito del equipo. Asimismo, hubo periodos en los cuales las sequías de trofeos los persiguieron por años, por lo que repasar su historia, en definitiva, se asimila a una montaña rusa de caídas y surgimientos. Babe Ruth, para empezar, fue el que inició la ruta victoriosa. El Bambino ganó cuatro series mundiales en su estadía en El Bronx de la mano de “el caballo de hierro”, Lou Gehrig, que obtuvo ocho en total hasta su retiro en 1939. Joe DiMaggio sería el siguiente en colaborar con la época dorada, pues a pesar de atender al servicio militar por la segunda guerra mundial, consiguió triunfar en nueve Clásicos de Otoño. Su contemporáneo en ese entonces, Yogi Berra, merece una mención honorífica, puesto que es el beisbolista con más series mundiales conquistadas en la historia, con diez desde 1946 a 1965. Mickey Mantle y Roger Maris también son nombres que fueron muy importantes en ese periodo. Uno logró ganar siete series mundiales y el otro dos respectivamente, además de superar el récord que sostenía Babe Ruth de más cuadrangulares en una temporada con 61.
Sin embargo, a partir 1966, los problemas comenzaron a aparecer. Este año marca un antes y un después en la racha ganadora de los Yankees. En primer lugar, el equipo ya no era el mismo de años anteriores, pues la edad estaba alcanzando a un cuadro envejecido. Además, la compra por la cadena televisiva CBS en 1966 y la de George Steinbrenner en 1973 desestabilizaría parcialmente a los del Bronx. Es en este lapso cuando se protagoniza un conflicto interno entre la directiva y los jugadores. Thurman Munson y Reggie Jackson, ambos vencedores en las mismas dos series mundiales, fueron los principales responsables. Las polémicas declaraciones del segundo aludiendo a que el equipo trabajaba en torno a él y que Munson, el capitán, no los dirigía bien hicieron que la tensión aumentara entre estos dos. No solo eso, pues en 1977 el equipo comenzó a ser llamado “zoo del Bronx” en referencia a los conflictos internos entre el entrenador, Billy Martin; el dueño, Steinbrenner; y Jackson.
No obstante, el evento más desgarrador llegaría en 1979 tras haber ganado dos series mundiales consecutivas: Munson fallecería en un accidente aéreo con 32 años. La pérdida de su capitán representaría un golpe muy bajo para los jugadores y para el entrenador, lo que se ve reflejado en su última aparición en la serie mundial de 1981 y en su no clasificación a la postemporada durante los siguientes 13 años. A pesar de contar con una buena ofensiva en ese tiempo, carecían de lanzadores. En suma, la filosofía de los fichajes provocó un déficit financiero, ya que se gastaba cifras exorbitantes en agentes libres que no daban la talla, por lo que empezaron a desarrollar nuevos talentos.
La tormenta terminaría con el nacimiento del “Core Four”, el cuarteto conformado por Derek Jeter, Andy Pettitte, Jorge Posada y Mariano Rivera. Juntos, lograron conquistar cuatro series mundiales, tres consecutivas de 1998 al 2000. En el 2001 y en 2003 pudieron alargar su palmarés, pero los Yankees fueron derrotados por los Diamondbacks y los Marlins respectivamente. La última conquista del equipo del Bronx se dio en 2009, casualmente cuando se inauguró el nuevo estadio de los Yankees. Como ya he mencionado, hasta la fecha, los Yankees han sido incapaces de volver a ganar la serie mundial, principalmente por haber vuelto a la filosofía de fichajes caros por beisbolistas que no han logrado llegar ni a los talones de figuras de antaño. Y aunque los “Baby Bombers” hayan hecho su aparición en los últimos años, se necesita algo más para poder coronarse en lo más alto del béisbol como tenían acostumbrados a sus aficionados. Actualmente, se encuentran primeros en la Liga Americana Este y en sus últimos diez partidos llevan siete ganados y tres perdidos.
En conclusión, la importancia de los Yankees radica en su historia y en sus jugadores a lo largo de su existencia. A pesar de su irregularidad en años recientes, el prestigio que la entidad posee, las 27 series mundiales ganadas en toda su historia y el hecho de que el segundo con más Clásicos de Otoño conquistados, los Cardenales de San Luis, tengan solo 11, respaldan la idea de que los Yankees simplemente son el mejor equipo de béisbol.
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