El hombre de tres corazones

Por Santiago Solari

Cuánto aguantó. Cuanta fortaleza. Por qué así son los guerreros cuando las situaciones se ponen adversas. Cuanto resistió. Así como en 1950 aguantó ver a su padre, Dondinho, llorar desconsoladamente al escuchar por radio como Uruguay derrotaba a Brasil en la final del mundo de aquel certamen, que a posteriori sería “El Maracanazo”, donde a raíz de esta tragedia, el niño Pelé le prometería a su progenitor que en algún momento sería campeón del mundo en su honor. Así como previo al mundial de 1958, aguantó múltiples patadas por parte de jugadores del Corinthians para lesionarlo y que se pierda la copa del mundo para que en su lugar el entrenador Feola convoque a Luizinho, que en ese entonces era estrella del “Timao”. Pero el hambre de gloria y el talento de aquel joven prometedor era más grande. Cuanta fortaleza para con solo 17 años de edad, anotar un doblete en una final del mundo y ser el jugador más joven en anotar en ese partido tan decisivo… y además ser el más joven en obtener la copa tan ansiada por todos. Las lágrimas de felicidad derramadas por aquel adolescente que se convertía en un icono lo decían todo. Parecía que jugaba con tres corazones.  

Cuanto coraje para ser lo que fue, dejando una huella legendaria para el fútbol brasileño y el fútbol mundial. Leyenda máxima del Santos FC, donde obtuvo diversas ligas locales, dos Copas Libertadores de América, dos Copas Intercontinentales y una Supercopa de Campeones Intercontinentales. Uno de los máximos goleadores de todos los tiempos. Sin duda alguna él se forjó como el primer ídolo del fútbol mundial. La década de los 60´estuvo iluminada por su colosal fútbol, el cual llegaría a su punto máximo de esplendor en 1970. Allí, en el Estadio Azteca de México, se convertía en el único jugador de todos los tiempos en haber levantado tres veces la copa del mundo. El recinto caía a sus pies. El mundo caía a sus pies. Una excelencia que acaparaba la atención de todo el público en cada gira que hacía, donde el Perú no sería la excepción, ya que disputó algunos amistosos en nuestro país.

Eso y más fue Edson Arantes do Nascimento, que, así como aguantó y combatió mucho en su paso por el fútbol, también lo hizo en su vida. Cuanto aguantó el rey, cuanto resistió, ya que, en setiembre de 2021, había sido diagnosticado de cáncer de colon.  A finales de diciembre del presente año, los médicos reportaron una progresión en este cáncer que padecía, además de cuidados para disfunciones renales. Todo esto sumado a su edad avanzada. Pero él nunca se rindió: parecía un hombre de tres corazones. El mundo sabe todo lo que el rey padeció y luchó, cuando en muchas ocasiones ya se había especulado lo peor para el astro. Qatar 2022 fue el último gran evento con la vida de Pelé encendida, donde en diversos partidos, se pudo ver que el mundo del fútbol, como jugadores, hinchas y periodistas, siempre tuvieron presente a la leyenda del fútbol y manifestaban su apoyo de diversas maneras.

Este jueves 29 de diciembre Pelé falleció pacíficamente en el Hospital Israelita Albert Einstein de Sao Paulo tras una larga lucha contra su enfermedad. A sus 82 años, nos dejó físicamente, pero su legado y figura pasaron a la eternidad. En el más allá lo esperan Maradona, Cruyff, Di Stéfano, y otros grandes del fútbol que ya partieron, para sumarse al olimpo de estrellas de la pelota.

Pelé deja en el planeta una marca inigualable. Es sin duda alguna el más grande del fútbol brasileño, y uno de los más grandes de toda la historia del fútbol mundial. Este es un paso a la inmortalidad. El niño que nació en el municipio de “Três Corações”, ganó justamente tres corazones: sus tres copas mundiales. Así ya no esté en este mundo, siempre habrá “larga vida a o Rei”.