Por Renzo Trucíos Rodríguez
Luego de 30 partidos sin poder ganar en Copa Libertadores, Alianza Lima venció a Libertad de Paraguay en el estadio Defensores del Chaco, rompiendo así la tan anisada mala racha. HISTÓRICO. De la mano de Guillermo Salas, jugadores de Alianza Lima celebraron la victoria al finalizar el partido.
No hay mal que dure 100 años, ni equipo peruano que lo resista. Fueron 11 años los que tuvieron que esperar los hinchas blanquiazules para gritar “GANAMOS” en el torneo continental más importante de Sudamérica.
“Si no sufrimos, no vale”, dijo una vez Daniel Peredo cuando narraba las Clasificatorias para Rusia 2018, y razón no le faltaba. A pesar de cargar con tan pesada mochila, de la cual no tenían culpa, fueron 14 los jugadores blanquiazules los que guerrearon lo 98 minutos que duró el partido.
A pesar de las burlas, datos en contra y demás adversidades, el equipo comandado por Guillermo Salas dejó la vida en la cancha. Sin Franco Zanelatto, Yordi Vílchez y Edison Chávez por lesión, con Gabriel Costa y Christian Cueva sentidos, y ante una inesperada lesión de Santiago García, zaguero por izquierda que se complementa muy bien a Carlos Zambrano, los blanquiazules asumieron la responsabilidad y respondieron con muy buenas actuaciones, sobre todo Marco Aldair Rodríguez, quién merece un párrafo aparte.
Ante la lesión de Zanelatto y Costa no recuperado a un 100%, “Chicho” Salas optó por Aldair Rodríguez, dejando en el banco a opciones más ofensivas y efectivas como Cueva y Lavandeira. Y tomó la decisión más acertada. Con Peruzzi con falta de ritmo, “Chicho” le dio la oportunidad a Rodríguez para que apoye por toda la banda derecha, aprovechando así su físico, pues es lo que resaltaba. Y la confianza lo hizo grande aquella noche. Aldair cumplió, anotó dos goles, siendo uno anulado injustamente, y brindó una asistencia a Pablo Sabbag para que anote un GO-LA-ZO.
Campos brindó la seguridad que todo arquero debe dar a sus jugadores, demostrando que es el mejor bajo los 3 palos que tiene el fútbol peruano, detrás de Gallese. Zambrano, a pesar de dos traspiés que cometió, su liderazgo en la defensa fue fundamental, tan así que se barrió para evitar un gol que hubiese sido el empate de Libertad. Gino Peruzzi, quién llegaba luego de una para por un esguince de tobillo, cumplió y fue cerró por completo su banda; priorizó el apoyo a la defensa.
Castillo, jugador de la casa aliancista, con perfil bajo se ganó la titularidad y respaldo de la hinchada, un mediocampista de corte y agresividad que se necesita para competir en Copa Libertadores. Andrés Andrade, a quién le costó el inicio del campeonato, sólo necesitó jugar partidos para tener ritmo, pues su talento, habilidad y jerarquía se observó cuando “las papas quemaban”, controlando el partido, dando balones precisos (como la asistencia para Aldair Rodríguez).
Pablo Sabbag Daccaret repartió un golazo, recorrió toda la cancha en ofensiva, bajaba para apoyar a la defensa y subía para la contra. Podría ser, tranquilamente, el mejor jugador que está en Alianza Lima, y deben de apurar en activar la opción de compra de su pase, pues está en calidad de préstamo, porque goleadores así son los que todo equipo necesita. Finalmente, imposible no mencionar a un jugador tan criticado que, en el momento más difícil, dio la talla: Marco Aldair Rodríguez. Una noche en Asunción brilló e hizo gritar a los millones de hinchas blanquiazules. Dio una asistencia y cumplió en defensa. Impresionante.
Nada de esto sería posible si no se viera la mano de “Chicho” Salas. Cuando más hablaban de él y que integrantes del Fondo Blanquiazul le buscaban un reemplazo, no le pesó la mano para modificar el equipo y sentar, por ejemplo, a Cueva. La estrategia le resultó y así demuestra mucho más su presencia y continuidad en el equipo, continuidad que en el mundo Alianza jamás estuvo en duda.
Y como toda historia, para que sea real y veraz, tiene que tener una pisca de drama. A los 91’, tras un tiro de esquina a favor de Libertad, Pablo Míguez extiende la mano en el área y le da un penal al equipo paraguayo; de infarto. El veterano Oscar “Tacuara” Cardozo no falló desde el punto de penal y fusiló al arquero blanquiazul.
En principio, el árbitro añadió 6 minutos, que luego se convirtieron en 8. Sin embargo, para todos y, sobre todo, para los jugadores y comando técnico, es minutos se convirtieron en una vida.
“Señoras y señores, no va más dice el juez. Ha terminado la historia en Paraguay. Se corta la racha …” ALIANZA LIMA VOLVIÓ A GANAR EN COPA LIBERTADORES. Y ganó bien. Le ganó al líder de Paraguay que se “pasea” en su liga, le ganó al equipo que logró una victoria ante uno de los rivales más duros y caros en plantilla de Sudamérica, Atlético Mineiro, y en Brasil. Contra todo pronóstico, Alianza Lima hizo historia. A pesar de ser visitantes, durante toda la transmisión se escucharon los cánticos alentando a los blanquizales; los hinchas aliancistas están presentes en todos lados: Increíble.
Por si fuera poco, el actual bicampeón del fútbol peruano rompió otra racha, pues un equipo peruano NO ganaba de visita hace 30 partidos en Copa Libertadores. La última victoria fue el triunfo de Sporting Cristal ante Olimpia por 1-0 en 2019. Al finalizar la jornada, Alianza Lima comparte la punta de la tabla junto a Atlético Paranense, el actual subcampeón de la Copa Libertadores. Sin dudas, este debe ser el inicio de una próspera campaña para los victorianos y que marque un precedente en el futuro para Alianza Lima.
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