Por: Eduardo Araujo
Novak Djokovic dio el paso que le faltaba para empezar a poner en duda cualquier debate sobre quién es el mejor tenista de la historia. Luego de más de tres horas de partido, venció al italiano Matteo Berrettini en cuatro sets y levantó su título número 20 de ‘Grand Slam’ para poder alcanzar a nada más y nada menos que a Roger Federer y a Rafael Nadal como máximos ganadores de estos torneos. Un triple empate que sitúa a estos tres mosqueteros en el olimpo del ‘deporte blanco’. Cada persona tiene su favorito de este ‘Big 3’ y, seguramente, razones para situar a su favorito por encima del otro. Pero, ¿por qué Novak Djokovic está en camino a acabar con este debate y convertirse en el mejor tenista de todos los tiempos?
Los números están ahí. Estos no mienten, como bien dijo alguna vez Cristiano Ronaldo. Novak tiene los números a su favor en (casi) todas las facetas. Supera en enfrentamientos directos tanto a Roger como a ‘Rafa’. El frente a frente o también conocido como “head to head” (h2h) lo lidera el serbio con un total de 27 a 23 contra el suizo y 30 a 28 contra el español. Además, es el único tenista en la “Era Abierta” en ganar, como mínimo, dos veces cada ‘Grand Slam’. Por si eso fuera poco, repite esa proeza con los ‘Masters 1000’ (M1000). Es el único en ganar todos y, encima, dos veces como mínimo cada uno de ellos. Con todo lo anteriormente mencionado, ¿se puede discutir a ‘Nole’? Poco o nada que reprocharle. Tras ganar los tres ‘Grand Slams’ jugados en el presente año, busca conseguir la presea dorada en los Juegos Olímpicos de Tokio y ganar el US Open, cuarto y último ‘grande’ del año calendario. Esto significaría conseguir el ‘Golden Slam’, terminación utilizada para algo que parecía imposible: ganar los cuatro ‘Grand Slams’ y la medalla de oro en los Juegos Olímpicos en el mismo año, un logro que solo lo tiene la tenista alemana Steffi Graf en Seúl 88.
Así, el tenista nacido en Belgrado está a sólo dos pasos de conseguirlo. Es el favorito en ambos torneos y si tuviera que apostar, apostaría por él. Con el ‘Golden Slam’ o no, es cuestión de tiempo para que desequilibre a su favor ese triple empate y se convierta en el máximo ganador de los torneos más importantes en el tenis. Mejor estado físico, una increíble fortaleza mental en los partidos y puntos importantes, el bajo estado de forma de sus dos principales rivales y tenistas de la nueva generación que no pueden dar el gran salto. Puede que no te guste algunas de sus actitudes, tal vez el estilo y la técnica de Federer sea estéticamente superior, o la derecha potente y con mucho efecto de Nadal te guste más, pero es de sabios reconocer. El juego del serbio es el más efectivo. Distribuye excelente, coloca todas las pelotas con un metro de seguridad, utiliza bien las variantes como el ‘slice’ y ‘drop’, saca bien y juega los momentos claves como ningún otro. Amado por unos, odiado por otros, él seguirá cosechando récords y títulos que lo coloquen, guste o no, como el mejor tenista de todos los tiempos.
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