Rosa María Muñoz Tipiani: una voz femenina en el relato dentro una cultura machista

Por: Johana Cabrera Cigarán

‘’Amo narrar, lo disfruto. Me levanto cada día diciendo ‘que afortunada soy por hacer lo que me gusta’. Voy al set de televisión con una sonrisa de ojera a ojera, saludando a todo el mundo, hasta a el perrito, porque en verdad amo absolutamente lo que hago’’.

Al terminar el colegio, Rosa María estaba preparándose en la Academia Pitágoras para postular a la Universidad Nacional Mayor de San Marcos y estudiar la carrera de medicina veterinaria. Hasta ese entonces, nunca se le pasó por la mente estudiar periodismo deportivo. Es más, recién se enteró acerca de la carrera gracias a uno de sus amigos del colegio ya que él empezó a estudiar eso. Fue él quien le metió esa idea en la cabeza, esa idea de que ella podría estudiar periodismo deportivo también.

Rosa María siempre fue amante de los deportes y siempre le encantó todo lo relacionado a competencias. Desde pequeña se inscribía a cualquier deporte en donde podía ganar medallas: fútbol, básquet, vóley y hasta ping pong. También siempre le ha gustado escribir y expresarse. Desde un inicio tuvo presente ambas cualidades, pero nunca pensó que la carrera que podía seguir iba por ese lado, uniendo su amor por los deportes y su gusto por comunicar. Fue un cambio drástico pasar de querer estudiar medicina veterinaria a periodismo deportivo, pero felizmente tuvo el apoyo de sus padres y finalmente se dio. Hoy en día, teniendo solo 23 años, es narradora del torneo peruano en la cadena internacional de Directv.

Miguel Portanova, el descubridor.

Empezó su travesía en el periodismo deportivo hace cinco años. Claro, nunca imaginó que se iba a dedicar netamente a la narración. Cursaba el segundo ciclo de la carrera cuando le tocó llevar el curso de locución y narración deportiva, a cargo de Miguel Portanova. La dinámica era simple: formabas tu grupo, uno narraba y los demás comentaban. Ninguno de sus compañeros de grupo se atrevió a relatar. Es más, Rosa tampoco se atrevió, fue Portanova quien le insistió en hacerlo. Él vio en Rosa algún tipo de potencial que ella nunca notó. Tal vez su forma de hablar o quizá ese tono de voz potente, no muy usual para las mujeres. Rosa María no quería narrar porque sentía que era un desastre. Y bueno, efectivamente en un inicio lo fue.

Pese a que ella sentía que estaba haciéndolo terrible, Portanova nunca le dijo alguna palabra como para hacerla sentir mal. Recién entre la sexta y séptima clase es que a ella le empieza a gustar y le toma interés realmente. Ahora ella era quien le insistía a Portanova, pidiéndole consejos y recomendaciones para mejorar, tener más fluidez y hacer que su voz resista un poco más. Miguel Portanova es el máximo referente para Rosa María. No sólo porque lo ha admirado siempre en su faceta como periodista deportivo, sino porque él fue la persona que descubrió el talento que tenía para la narración.

Un proceso largo hasta llegar a Directv.

Rosa María empezó a dedicarle bastante tiempo de su vida al relato. La mayoría de personas pensó que se trataba de un capricho de ese instante. Que eso no iba a trascender, que era algo que estaba experimentando y que no duraría mucho tiempo porque esa área no era para ella o, mejor dicho, para una mujer en general. Hasta antes de Rosa no habíamos visto a una mujer narrando un partido del torneo peruano en televisión nacional. Sin embargo, este hecho de que una mujer relate un partido de fútbol peruano ya había sucedido antes. Fue en la década de los 90 ‘s, a través de Radio Ovación. Miki Rospigliosi le dio la oportunidad a Sofía Carrillo para realizar transmisiones de fútbol femenino; no obstante, también pudo relatar partidos de primera división masculina, narró varios encuentros del Sport Boys. De esta forma, es la primera mujer narradora de fútbol en nuestro país. Igual de histórica que Rosa María Muñoz (por ser la primera narradora de fútbol peruano en televisión), Carrillo también merecía ser mencionada en esta historia.

Nadie pensó que Rosa podría tomarse la narración como algo más profesional, pues finalmente sólo lo hacía porque era un curso de la carrera. Sus compañeros nunca la hicieron sentir menos por elegir ese rubro, pero no tenían mucha fe en que el relato realmente pudiera ser importante para ella o para cualquier chica. Conforme fue pasando el tiempo empezaron a tenerle fe (y aún la tienen), pues saben que esto es el inicio de algo grande para ella.

El momento que marcó un antes y un después en la carrera de Rosa fue cuando narró los partidos de la Selección Peruana en fase de grupos a Rusia 2018 para Latina. Antes de eso se dedicaba a la narración de forma amateur o para grupos muy pequeños. Ahí se dio cuenta que las cosas se ponían en otro nivel, un nivel más profesional y serio. Fue su primer acercamiento con el público porque narró vía streaming de Facebook y podía leer los comentarios que ponían. Así como esta experiencia fue clave en su carrera, también marcó un momento difícil. Los comentarios de personas no habituadas a escuchar una voz femenina en la narración fueron muy hirientes y le chocaron muchísimo, a tal punto que después de eso estuvo aproximadamente un mes preguntándose a sí misma si debía seguir o no en el rubro de la narración. Felizmente estuvo (y está) rodeada de personas que la animaron, entre familia y colegas, que realmente veían en ella el potencial para seguir adelante. Desde ahí entendió que, aunque el mundo se le venga encima, ella tenía una meta clara: narrar de forma profesional.

‘’Estos años de carrera de Rosa han sido un sube y baja. Ha estado muy arriba y también ha caído muy bajo y después de nuevo ha vuelto a tomar fuerza. Eso es lo que destaco de ella, a pesar de todos los problemas y obstáculos que se le presentaron, siempre ha sabido salir de eso y es por ello que ahora está en una cadena internacional’’.

Valeria Sánchez, amiga de Rosa María.

A finales de agosto de este año recibió la llamada del productor general de Directv Sports Perú y le comenta la idea que tenía desde hace un tiempo: quería un panel de transmisión femenino. Le dijeron que tendrían ensayos virtuales y presenciales, pruebas piloto que iban a tener que ser aprobados Directv Sports Argentina (primer filtro) y luego Directv Sports Estados Unidos (el filtro más grande). Todo lo que le mencionaron que debía hacer le pareció un proceso que sonaba imposible lograr, accedió y lo tomó como un ‘vamos a ver qué pasa’.

Los ensayos virtuales duraron alrededor de una semana y les gustó lo que Rosa tenía para ofrecer respecto a su voz y ritmo. Luego de ello le hicieron la prueba rápida de Covid para ir a los estudios y empezar los ensayos presenciales. Cuando le dijeron que Talía Azcárate sería su comentarista significó mucha presión, porque sabía que debía estar a la altura del nivel de alguien como ella. Empezó a tener un dinamismo con ella y Camila Zapata (comentarista en campo de juego). Le pusieron todo tipo de partidos para poder estar preparada ante cualquier situación que pudiera ocurrir en un relato en vivo.

Después de un mes, recibió de nuevo la llamada del productor. Rosa María había sido aprobada como relatora de Directv. En ese momento estaba en las nubes y se puso a llorar después de colgar la llamada. Lloró junto a sus papás y les dijo: después de luchar tanto al fin voy a tener la oportunidad, esto es por ustedes. Al día siguiente asumió la noticia con un poco más de seriedad. Venía una exposición gigante, una transmisión histórica con un panel netamente femenino. En ese instante los nervios llegaron, pero no dejó que estas sensaciones la dominen.

Debut

Debutó como narradora de Directv con el partido entre Atlético Grau y Binacional, encuentro donde gritó cuatro veces la palabra favorita de los relatores: GOL. Después de ese partido fue una mezcla de emociones. Entrar a Twitter se volvió algo que le daba mucho miedo. Hasta antes de ese día Twitter era una red ‘linda’ porque interactuaba y era feliz. El problema inicia cuando empiezas a tener una exposición. Te caen todo tipo de comentarios, desde aquellos que te felicitan por hacer historia, hasta los que te quieren minimizar por lo mismo. En ese primer partido estaba llena de nervios, pero igual trató de hacerlo de la mejor manera. A partir de ahí considera que todo ha ido en crecimiento. Rosa se muestra más segura y confiada y al mismo tiempo entabla una mejor conexión con los comentaristas que le tocan para cada partido.

Una de las primeras cosas que hizo al terminar el partido fue llamar a Miguel Portanova para contarle y agradecerle porque era una de las cosas que ella le había prometido cumplir. Él le dijo: ‘’yo siempre supe que lo ibas a conseguir’’. Fue un momento muy lindo para ella, un momento que siempre va a recordar. Portanova supo desde la primera clase que Rosa María iba a ser narradora profesional, que valdría la pena insistir en que se atreva a narrar porque eso tendría frutos en un futuro. Y así fue.

La ‘’U’’

Uno de los motivos por los que Rosa María se enamoró del fútbol es Universitario de Deportes. Su papá, recontra hincha, desde pequeña le contó acerca de los títulos, jugadores y anécdotas del cuadro merengue. Aunque no ve la posibilidad de que le den la oportunidad de relatar un partido de la U (por ahora), de todas maneras, le encantaría poder hacerlo en algún momento. Es algo que queda pendiente. Nunca ha negado ser hincha. Muchos periodistas se olvidan con qué club crecieron y consideran que con decir de qué equipo son hinchas, van a desmerecer su trabajo. Rosa María no piensa así. Reconoce de dónde viene y nunca negará el club con el que se acercó más al fútbol. Claro que si en algún momento le toca narrar un partido de la U lo hará de la manera más objetiva posible porque primero que nada es una profesional. Cuando le toque tendrá un feeling distinto para ella internamente y para la gente que la conoce, pero quienes la escuchen lo notarán como una transmisión normal.

Mujeres y periodismo deportivo

Ser mujer y estar relacionada en este mundo que se pensaba antes que era solamente para hombres es difícil. A pesar de que existan iniciativas que buscan la igualdad de oportunidades, aún es complicado. Se vuelve más complejo cuando eres pionera en algo. En el periodismo deportivo ya hay varias chicas que ejercen en distintos ángulos (como productoras, reporteras de cancha, panelistas), pero en lo que es relato en televisión aún no había nadie. Escuchar una voz femenina en la narración fue algo nuevo. Rosa María ha tenido que lidiar con ese porcentaje de la población que rechaza lo nuevo y que considera que hay cosas que son exclusivas para varones, cuando no existe tal caso. No hay ninguna norma que diga que el fútbol solo se puede comentar, analizar o narrar por un hombre.

‘’Tengo que cargar con esto. Es una mochila que pesa bastante y no me gustaría llevar, pero me motiva el hecho de que se está abriendo un camino para más chicas’’.

Rosa María.

Sabe que es duro pasar por estas situaciones, pero debe hacerse fuerte fecha tras fecha, partido a partido. Sabe que si uno siempre está pensando en rendirse es como si nunca hubiera iniciado nada. Se ha quebrado en más de un momento, ha pasado iniciando su camino en la narración, le ha pasado hace poco tras un error cometido mientras narraba un partido de la Copa Sudamericana entre Melgar y Bahía. Una página de Twitter que comparte ‘fails’ de todo lo relacionado al fútbol publicó el vídeo del error que había cometido (gritar un gol cuando el balón en realidad no había entrado) y muchas personas empezaron a comentar cosas hirientes. Le frustró el hecho de que gente aproveche este tipo de publicación para soltar su veneno, hasta le escribieron por mensaje directo. Ese día le pesó muchísimo, pero se dio cuenta que podía sacar algo bueno de esta mala experiencia para ayudar a otras chicas. Mandó un mensaje en twitter donde reconocía que cometía errores y que no se avergonzaba de eso, pues gracias a estos errores aprende más en cada relato. Recibió muchos mensajes de apoyo por parte de personas que sabe que, al fin y al cabo, errar es humano. Lo cierto es que si este tipo de cosas le suceden a un hombre dicen ‘’a cualquiera le puede pasar’’, pero cuando le pasa a una mujer siempre la tildan de improvisada. Es injusto, pero es la realidad. A las mujeres involucradas en este mundo del periodismo deportivo siempre se les juzga ante el mínimo error.

Por más que ella quisiera cerrarle la boca a cada uno, hay pensamientos que simplemente debe dejar ir. Claro que estas ideas retrógradas molestan, pero es imposible hacerle cambiar de pensamiento a gente que tiene la mente tan cerrada y que cree que hay cosas que solo deben hacer los varones. Lo que sí es vital para ella es esforzarnos en las siguientes generaciones e inculcarles la idea de que no se debe rechazar a nadie por un tema de género.

Recuerda siempre de dónde vienes y nunca pierdas la humildad.

‘’Es una mujer super aguerrida en todo sentido: en el trabajo, como persona, como amiga, como hija. Siempre está buscando lo mejor, tanto para ella como para las personas más cercanas a ella’’.

Valeria Sánchez, amiga de Rosa.

Rosa María es humilde. Probablemente sea de las personas más sencillas con las que he podido hablar. Aunque esta charla haya sido de manera virtual, me pudo transmitir esa vibra positiva. Es muy agradecida con las personas que confiaron en ella desde un inicio, siempre tiene presente de dónde viene. Viene de un lugar humilde, de un hogar donde su mayor aspiración era ingresar a una universidad nacional porque en casa no había el suficiente dinero para pagar un instituto y mucho menos una universidad privada. Algo que le marcó muchísimo fue ver a su papá taxista y a su mamá vendiendo desayunos en Miraflores. Siempre quiso que la recompensa por todo el esfuerzo que ellos realizaron sea grande. Hoy por hoy los ve siendo felices teniendo la dicha de escucharla narrar en televisión.

Le encanta poder interactuar con todo aquel que tenga algún tipo de curiosidad sobre ella o que simplemente le comparta alguna palabra de admiración o respeto. Ella se siente una persona más. Ha tenido un logro importante, ser parte de una cadena internacional, pero eso no quita el hecho de que es una persona y que hay otras interesadas en conocer más sobre ella. No quiere ponerse en una burbuja jamás. Todo lo contrario, quiere seguir haciéndose más humana. Sabe que siempre hay algo nuevo por aprender y que hay que ser lo suficientemente humilde para entender que uno no sabe todo. La esencia de Rosa María no va a cambiar así esté en Directv, ESPN o Fox.

Le encanta la frase ‘’el cielo es el límite’’. Dentro de las metas que tiene es poder narrar una Libertadores, narrar a la Selección Peruana masculina y femenina en un amistoso o proceso clasificatorio, un clásico masculino y femenino. También le encantaría poder narrar en inglés. Es consciente de que para que lleguen esas oportunidades debe merecerlo, debe seguir mejorando, conseguir un estilo y consolidarse como relatora.

Conviértete en una influencia positiva.

Sueña con ser referente para nuevas generaciones, tener una influencia en la sociedad, un impacto positivo en la gente. Le encanta transmitir ese mensaje de que los sueños son posibles. A ella nadie le regaló nada, no tuvo un apellido que le ayudara a entrar a un medio, un color de piel o unas características físicas para cumplir ciertos cánones de belleza. No tuvo contactos o relaciones con las que podía verse favorecida. Simplemente es una chica que se ha esforzado muchísimo para llegar a donde está. Se le abrieron y cerraron muchas puertas. Le han dicho palabras bonitas, así como también palabras feas. Ahora ha conseguido algo importante, pero aspira a conseguir más.

Tiene dos grandes miedos. El primero es que deje de ser ella. No quiere jamás que se le suban los humos, ese día prefiere que le ‘’metan un puñete y la devuelvan a la realidad’’. El segundo es que la olviden. Que la olviden en el sentido de que, en un futuro, no recuerden quién fue ni qué logró. Que no recuerden que fue la primera mujer que narró el Torneo Peruano en televisión, luego de que se esforzó muchísimo. Que se olviden que tuvo que tolerar miles de comentarios machistas por estar en un rubro que fue considerado para hombres durante mucho tiempo. Que se olviden que siempre fue amable y estuvo dispuesta a ayudar. De nosotros dependerá que eso no pase.