Por Janeth Dax Canchari Reyes
De diseño sencillo y donde se puede reconocer fácilmente a la diosa griega Nike, las medallas de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 buscan reflejar el concepto que, para alcanzar la gloria, los atletas deben esforzarse y luchar por la victoria cada día. Probablemente sea esa la misma razón por la que el proceso de reciclaje comenzó en el 2017.
Alrededor de 5.000 preseas están fabricadas con bronce, plata y oro reciclados. El país nipón comenzó en abril del 2017, con la recolección de teléfonos móviles y aparatos tecnológicos usados obteniendo finalmente un total de 78.985 toneladas. Dicho proceso perduró hasta marzo del 2019, involucrando a 1.621 municipalidades, el 90% del país.
Una de las principales compañías participantes fue Rnet Japan Group. cuya filosofía de negocios se basa en la sostenibilidad.
«Desarrollamos un movimiento de gestión de residuos para el proyecto de las medallas, y contamos con la cooperación de muchas partes interesadas, desde el Gobierno japonés hasta las comunidades locales”, dijo a DW su director Toshio Kamakura.
Asimismo, subrayó que hubo una gran campaña de relaciones públicas, y se pusieron a disposición los instrumentos necesarios para facilitar la participación en el proyecto.
Del material reciclado se ha extraído el oro (32 kilogramos), la plata (3.500 kg) y el bronce (2.200 kg) necesarios para fabricar las medallas. Las de oro, seis gramos del mismo para el baño exterior y el resto plata, para un peso total de 556 gramos, mientras que para las de plata, completamente de su material, 550 gramos, y, finalmente las de bronce, una aleación de bronce (95%) y zinc (5%) con un peso de 450 gramos.
Aunque el concepto no es nuevo, puesto que en Río 2016 el 30% de la plata para fabricar las medallas de oro y plata se obtuvo a partir de materiales reciclados, tales como piezas de automóviles y superficies de espejos, los japoneses son los primeros en lograrlo al 100%. Sin duda el Proyecto de la Medalla de Tokio se incluye en los Juegos que están intentando diferenciarse por su respeto hacia el medioambiente y la tecnología.
Esperemos que sea un precedente que se mantenga de cara para los Juegos Olímpicos de París en el 2024.
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