Por Juan Camilo Ochoa
El técnico francés que supo cosechar triunfos en el Arsenal durante sus 22 años al frente del club inglés es un testigo más de la decadencia del club del norte de Londres. Malos fichajes, inestabilidad en la estructura del club, representantes de jugadores mercenarios y polémicas en los vestuarios hacen extrañar la época dorada “gunner” donde el francés estaba a la cabeza.
El Arsenal atraviesa una de sus mayores crisis deportivas de su historia, luego de clasificarse para competiciones europeas tras quedar octavo en la Premier League. El conjunto londinense está lleno de dudas de cara el futuro y si Mikel Arteta es el indicado para dirigir a los “gunners”, lejos quedo la época dorada del entrenador galo Arsene Wenger y sus invencibles.
Los principales problemas parecen venir desde la salida del francés, ya que desde la salida del “Le Professeur” en 2018, el Arsenal ha tenido la difícil tarea encontrar el reemplazante del francés para coger las riendas, sin embargo, ni Unai Emery, ni Freddie Ljungberg, ni Mikel Arteta han sido capaces de cosechar buenos resultados, no convencer a la exigente afición “gunner”.
Inversión sin cabeza
Según la web de estadísticas de mercado Transfermarket, el Arsenal ha invertido desde la salida de Wenger en 2018, alrededor de 410 millones de euros en fichajes, siendo así el tercer club en Inglaterra que más dinero invirtió en este ámbito después del Manchester United y el Chelsea.
Llegadas como las extremo ofensivo de Costa de Marfil, Nicolas Pépé, por 80 millones de euros o como las del mediocentro suizo Granit Xhaka por 40 millones de euros, han puesto en el punto de mira la política de fichajes del conjunto londinense y se habla de que el club presta más atención a los representantes de jugadores, que a la estructura formativa que mantenía la institución desde la llegada de Wenger.
Un ejemplo más reciente de los montos exagerados invertidos en traspasos de jugadores por encima de su valor es el caso del central ingles Ben White. El conjunto londinense tuvo que desembolsar 58 millones de euros para hacerse con el defense del Brighton, a pesar de ser un jugador con apenas dos temporadas en primera división y nula experiencia en el plano internacional, que es donde quiere volver el Arsenal.
El dinero no hace la felicidad, y mucho menos cuando las grandes inversiones terminan en fracasos deportivos. Arsene Wenger logró reclutar en su tiempo como entrenador del Arsenal a jugadores de la talla de Henry, Fábregas, Anelka, Pires y muchos otros a precio de ganga, para posteriormente ser vendidos y generarle beneficios tanto económicos como deportivos al club.
El legado Wenger
Las cifras del entrenador galo respaldan su rendimiento y su estatus de leyenda en el club londinense. Los mil doscientos veinticinco partidos como entrenador “gunner” lo convierten en el técnico con más partidos dirigidos en la institución. Además, con sus setecientos siete victorias le da un porcentaje de 65% de victorias, siendo el segundo entrenador con más porcentaje de victorias luego de Sir Alex Ferguson.
En su palmeres se encuentran tres Premier League, destacando la obtenida en la temporada 2003-2004, ya que consiguieron el titulo ligero sin perder ningún partido y sumando 90 puntos, consiguiendo que la plantilla de ese año se apodara “los invencibles”, figuras como Fábregas y Henry formaron parte de ese plantel.
Sumando al logro de la consagración liguera sin perder ningún partido, el Arsenal de Wenger consiguió tres Premier League, siete FA Cup, siete Community Shield y logró alcanzar su primera y única final de Champions hasta la actualidad, en donde fueron derrotados por el Barcelona de Pep Guardiola y Lionel Messi en una final de altos vuelos.
Sin duda alguna, Arsene Wenger es historia viva del Arsenal, no solo por sus triunfos y títulos conseguidos en el conjunto del norte de Londres, sino por su estilo de futbol donde predominaba el toque y la posesión ofensiva. Lo de Wenger es algo que cada vez se logra ver menos en el mundo del fútbol, los técnicos cuentan con menos tiempo y paciencia y urgen con la necesidad de obtener resultados, ya que de no lograrlos, sus cabezas son las primeras en correr.
El galo siempre será recordad por sus 22 años dados para los “gunners” y por su entrega para convertir el Arsenal en uno de los grandes de Inglaterra, título que con el paso del tiempo y los malos resultados parece que hacen tambalear el legado de Arsene Wenger y sus invencibles.
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