Por Sebastián Guerra
Hace muy poco, Ricardo Gareca dio a conocer la lista de convocados para la fecha triple que afrontará nuestra selección ante sus pares de Uruguay, Venezuela y Brasil. La sensación de incertidumbre era mayor esta vez, pues son los partidos que podrían volver a meternos en la pelea de un cupo para el mundial de Qatar 2022 o terminar de sepultarnos y que todo sea muy cuesta arriba.
Más allá de los nombres que uno crea que hacen falta en la nómina, me quedan claro dos cosas: lo más importante es que tras una exitosa Copa América, el universo de jugadores incrementó y eso siempre será beneficioso para el entrenador. Ahora depende de los jugadores retribuir esa confianza y darle un lindo problema a Gareca, quien tiene ahora más jugadores por posición. Lo segundo que queda confirmado es que nuestro DT volvió a encontrar un grupo en el que confía, tal cual pasó en la Copa América Centenario.
Punto de inflexión
Si hoy le preguntáramos a Ricardo Gareca cuál fue el objetivo de la selección en la Copa América que se jugó en Brasil hace muy poco, lo más probable es que nos diga que su prioridad era lograr que el equipo recupere la memoria colectiva en cuanto a juego se refiere y consolidar jugadores que puedan ser opciones. Logramos ambas, pues el equipo volvió a desplegar por muchos momentos ese buen juego al ras de piso que a todos nos emociona e identifica. Jugamos a la nuestra todo el torneo y supimos recuperarnos de marcadores adversos. Además, futbolistas como Marco López, Alexander Callens y Sergio Peña se ganaron un lugar y hoy nadie discutiría su titularidad en el partido contra los Uruguayos.
Por lo general, la Copa América siempre le viene bien a Perú. Tal vez sea por la convivencia del grupo y los entrenamientos que tienen juntos de manera constante, tal vez por una cuestión de naturalidad, pero lo cierto es que siempre nos viene bien. Luego del subcampeonato obtenido en 2019, tuvo que pasar mucho tiempo para el arranque de las clasificatorias, el cual no ha sido nada auspicioso. Gareca encontró un grupo que le respondió y hoy se dio el lujo de volver a convocar a futbolistas que siempre le dieron resultados como Edison Flores, “canchita” Gonzáles Luis Advíncula y nuestro capitán; Paolo Guerrero. Además, volvimos a sumar a Raúl Ruidíaz y Gabriel Costa, quienes vienen en un nivel altísimo en sus respectivas ligas. Sumar 6 jugadores y dejar fuera a futbolistas de la talla de Carlos Zambrano y Pedro Aquino es algo que a la selección peruana no le pasa muy seguido y habla de una confianza del entrenador hacia sus dirigidos muy alta.
Efecto Lapadula
Otro de los motivos por el cuál la hinchada vuelve a creer en la selección y reavivó la ilusión del mundial de Qatar tiene nombre y apellido: Gianluca Lapadula. El delantero Italo Peruano aterrizó en el momento perfecto en el Perú. Cuando más nos hacía falta un delantero de jerarquía internacional, apareció el popular “bambino” para demostrar que la blanquirroja no le pesa, pues a base de goles, desmarques notables y garra se metió a la hinchada al bolsillo. Ganamos un jugador que no será muy útil de acá en adelante, pues sabemos que, ante la ausencia de Paolo y Jefferson, el buen Gianluca nos hará creer que arriba tenemos como hacer daño, pues, al final de todo, los partidos se deciden en las áreas.
Dicen que el fútbol es un estado de ánimo. Si eso es verdad, hoy nuestra selección está a tope y contra Uruguay, Venezuela y Brasil, no van a jugar solo 11, vamos a ser 33 millones de peruanos jugando nuestro partido. Otra cosa que he escuchado bastante seguido es que no volveremos a tener otro año como el 2017, pero yo les digo que nos vean intentar a los peruanos. Si algo me queda demostrado es que el equipo que comanda Ricardo Gareca no tiene imposible. Qatar 2022 es un sueño y los sueños están para cumplirse.
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